Y llegó no más. Tras una serie de mejoras enfocadas al diseño, equipamiento y autonomía, ya está la segunda generación del Nissan Leaf, y viene con una clara evolución en el desempeño, seguridad, estética y tecnología.
Aerodinamia
Desde el vamos, lo que más llama la atención de este segundo capítulo del Leaf es el nuevo diseño de la carrocería que toma como inspiración el IDS Concept presentado en el Salón de Tokio 2015. Ahora vemos un exterior con un diseño más agresivo y aerodinámico que su antecesor. Sus nuevos trazos, la parrilla con el código V-Motion, las luces "boomerang" y el techo flotante parten de la filosofía de diseño que Nissan viene trabajando.
Un punto a destacar del diseño y la performance son las mejoras en la resistencia al viento que se derivan de la carrocería, el kit aerodinámico y el diseño de las llantas. Todo eso combinado hacen que el Nissan Leaf obtenga un buen coeficiente de resistencia de 0,28.
En el interior
Al tratarse de una nueva generación no podía pasarse por alto el interior. Además de tener una nueva arquitectura en el tablero, existen mejoras en los materiales y en la insonorización. Aunque el largo de 4,4m no se diferencia mucho del antecesor, esta segunda generación ofrece un baúl más amplio de 668 litros.
En la parte tecnológica también hay una importante evolución. Lo más trascendente es el cuadro de instrumentos que conjuga un velocímetro analógico y una pantalla de 7" en la cual se despliega toda la información del sistema eléctrico del vehículo.
Igual de destacable es la pantalla multimedia que controla el audio, la navegación y la cámara de visión trasera. También ofrece datos del estado de carga del vehículo y la potencia del mismo. Una más de las novedades del Leaf en este campo es la compatibilidad con Apple CarPlay y Android Auto.
Evoluciona en poder y desempeño
Lejos de quedarse solo con un sistema eléctrico con más poder, la segunda generación del Nissan Leaf promete un manejo más agradable y estable gracias a las mejoras realizadas en el chasis, en la ubicación de la batería y en la dirección.
El sistema eléctrico genera más potencia y más autonomía. En total, el motor eroga 147 CV y 320 Nm, 40 CV y 66 Nm más que antes. Por su parte, el nuevo paquete de baterías de iones de litio ofrece en teoría un rango estimado de 241 km, 64 km más que en la primera generación. Más allá de los progresos, las cifras quedan muy atrás de las que encontramos en el Chevrolet Bolt EV (200 CV, 361 Nm y 383 km de autonomía).
Entre las innovaciones que mejoran el manejo, vemos el e-Pedal que permite acelerar, desacelerar y frenar el auto utilizando solo el acelerador. Con sólo desacelerar, el auto se detiene suavemente sin necesidad apretar el freno. Otro punto importante es el ProPilot Assist, una asistente de manejo que permite controlar de forma automática la distancia al vehículo de enfrente, además de que dirige y mantiene el vehículo centrado en su carril.
Pero sin dudas, lo más interesante es que más allá de todas estas mejoras, el precio en Estados Unidos baja respecto al Leaf anterior unos USD 700... ¿Será vencer a Tesla el objetivo final de Nissan?
Nissan Leaf 2018, la segunda generación