Recibimos la invitación para asistir a la presentación de una nueva edición del Desafío ECO, con la única referencia de haberlos visto teloneando a la Fórmula E cuando corría en Buenos Aires. Pero nos fuimos con mucha información encima y con la experiencia de darnos una vueltita en uno de estos simpáticos monopostos 100% eléctricos.
La torre de YPF en Puerto Madero sirvió de marco para presentar una nueva instancia de este desafío, que tendrá lugar el próximo 20 de noviembre en el Autódromo Oscar y Juan Gálvez de la Ciudad de Buenos Aires. Estuvieron presentes representantes del ACA, Volkswagen Argentina (que aprovecharon para mostrar algunas unidades del Golf GTE que llegará a nuestro país el año que viene), YPF, GCBA y también los pilotos Agustín Canapino y Federico Villagra, que mas tarde probaron los autos. Todos con Rubén Daray como anfitrión, principal promotor del evento.
¿Qué es el Desafío ECO?
No es una categoría automovilística, sino una categoría educativa, en la que alumnos de escuelas técnicas de todo el país diseñan vehículos eléctricos mediante un kit en común y un reglamento, diseñando la estructura de la carrocería, la disposición de las piezas, la planificación de la estrategia y la elección del piloto, creando un verdadero equipo de carreras dentro de la escuela para luego competir en desafíos como el que tendrá lugar el 20 de Diciembre.
Para los alumnos es una oportunidad para explorar en el desarrollo de nuevas energías alternativas y de paso ser parte de la competencia de autos eléctricos con mayor cantidad de participantes de todo el mundo. Esta será la sexta edición, en donde participarán 50 escuelas de 15 provincias. Desde 2012 participaron más de 6.000 alumnos de 400 escuelas técnicas de todo el país. El Desafío cuenta con el apoyo de la FIA, el ACA, la Fundación Fangio, el Ministerio de Educación del Gobierno Nacional y el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.
¿Qué se siente manejar uno de estos autos?
La naturaleza de los motores eléctricos es proveer un gran torque, aunque este no era el caso. Estos vehículos están pensados para no alcanzar grandes velocidades; recordemos que son pilotados por chicos que muchas veces no tienen ni experiencia automovilística ni carnet de conducir. Son lo más parecido a un juguete eléctrico pero con un planteo bien serio: butaca bien cercana al suelo, piernas estiradas y cada centímetro pensado para ahorrar peso.
El auto no tiene pedales, el accionamiento del acelerador es mediante un botón en el volante, y el freno es a disco, pero de bicicleta. Así que hay que apretar un manillar por detrás del volante para frenar.
Los autos del #DesafioECO Quizás no aceleren tan rápido, pero son divertidos con @AgustinCanapino y @coyotevillagra al volante @vwargentina pic.twitter.com/7OLqWbhB9c
— Autocosmos.com.ar (@autocosmos_ar) 19 de septiembre de 2017
Encaramos un circuito minúsculo con solamente una curva en U, donde muchos frenaban un poco antes de entrar. Acá el representante de Autocosmos logró una buena largada al estilo Canapino, usó toda la pista, tomó el ápice de curva de forma perfecta sin dejar de acelerar y se llevó la mini carrera. Les pondría un video pero fue todo tan lento que les aburriría.
Lo cierto es que este Desafío ECO es una gran experiencia para miles de chicos de todo el país, sus escuelas y sus familias, generando una importante oportunidad educativa mediante la divertida excusa de una carrera. Al fin y al cabo ¿A quién no le gustaría correr en el Galvez a bordo de un auto hecho con sus propias manos?
El #DesafioECO integra escuelas técnicas de todo el país que diseñan sus propios autos eléctricos y compiten @vwargentina @YPFoficial pic.twitter.com/40dv4obf39
— Autocosmos.com.ar (@autocosmos_ar) 19 de septiembre de 2017