Con la presentación de su primer modelo y una línea clara hacia el futuro, Polestar está pidiendo pista en el esquema empresarial de Geely. Como muestra de ello, a través de Volvo, Geely invertirá 5.000 millones de yuanes (USD 752 millones) para promover la primera fase de desarrollo de la submarca sueca.
La mayor parte de este dinero irá a parar a la nueva planta que la marca abrirá en Chengdu, China. Esta futura fábrica será seguramente un parteaguas en el desarrollo del país asiático como centro de producción de Volvo.
De igual manera, la nueva fábrica reducirá el tiempo de entrega de los vehículos, lo que dará a Polestar una ventaja estratégica frente a sus competidores. Asimismo, Volvo y Polestar también se beneficiarán de las sinergias que surjan al desarrollar las tecnologías de la siguiente generación, como los costos de adquisición compartidos, el desarrollo conjunto y las economías de escala.