Sin duda alguna, uno de los elementos más importantes para las empresas es el logotipo. Desde allí nace la identidad de la marca, que sirve para posicionarlos frente a los consumidores. Las generaciones tienen distintos gustos y preferencias, y muchas veces las compañías realizan un rediseño de los gráficos y colores con el objetivo de rejuvenecer a la firma y hacerla más atractiva.
Teniendo esto en mente, MINI ha retocado su logo, el cual se podrá ver en todos los modelos MINI a partir de marzo de 2018. Combinando elementos del estilo inicial del Mini clásico con una imagen orientada al futuro, el nuevo logo está inspirado en el estilo existente desde el relanzamiento de la marca en 2001, aplicando una forma de expresión visual conocida como diseño plano, que mantiene los elementos gráficos clave.
Los orígenes
Hay que tener en cuenta que la combinación de los símbolos del círculo alado se remonta al Mini clásico. Cuando en 1959 la British Motor Corporation (BMC) lanzó al mercado el Morris Mini-Minor junto con el Austin Seven, estructuralmente idéntico, el primero llevó el logotipo de la marca Morris, con un buey rojo y tres olas azules, símbolo de la ciudad de Oxford. Por otro lado, el modelo hermano, el Austin Mini de 1962, tenía un logo hexagonal con la inscripción y el emblema de la marca.
Además, otras dos variantes individuales de este pequeño pero revolucionario vehículo aparecieron con otros dos nombres de marca de la BMC, Wolseley y Riley. En este caso los Wolseley Hornet y Riley Elf tuvieron un diseño más distinguido, ya que no sólo llevaban una carrocería modificada y equipamiento exclusivo, sino que también disponían de su propio logo de marca.
En 1969 se fabricó solo en la planta de Longbridge, al tiempo que se le dio el único nombre de Mini. Para marcar este hito, el Mini clásico también recibió un nuevo logo, el escudo de Mini. Éste fue utilizado durante décadas, adaptando su diseño en varias ocasiones. Varios modelos especiales del Mini clásico recibieron logos diseñados de individualmente, aunque todos ellos estaban basados en el formato original.
Fin del milenio
La nueva edición del Mini Cooper de 1990 experimentó un cambio respecto a estos estrictos principios, por lo que se retornó al diseño del logo tradicional y se dio un enfoque centrado en el aspecto deportivo del Mini clásico. Un volante cromado con alas estilizadas emulaba el logotipo del Morris Mini-Minor, pero en vez del buey y las olas, aparecía la inscripción “MINI COOPER” en rojo, con una corona de laurel verde sobre fondo blanco. En 1996, esta variante se aplicó a otros modelos con un fondo modificado y la inscripción “MINI”, que se mostraba destacada sobre un fondo verde.
En 2000 se tomó la decisión de redefinir la identidad de MINI y también su logo. Se tomó como base el diseño del último logo utilizado y se modernizó de forma coherente. En su presentación apareció el diseño tridimensional, con la inscripción de la marca en blanco sobre fondo negro.
De esta manera, el volante en cromo y las alas estilizadas se mantuvieron sin cambios durante casi 15 años y se convirtieron en el símbolo conocido a escala mundial. El nuevo logotipo de MINI refleja la tradición de la marca británica, que se remonta a casi 60 años atrás.