En la historia de los autos podemos encontrar una gran cantidad de modelos que se destacan por su diseño o por su desempeño. Pero si hacemos un desglose más estricto con ejemplares que desafiaron las tendencias que había en su época, la lista es más corta y contundente.
Dentro de ella podríamos incluir emblemas como Bugatti Type 57 SC Atlantic, Mercedes-Benz 300 SL, Aston Martin DB5 o Lamborghini Miura. Pero también deberíamos mencionar al BMW M1, un adelantado para su época. Este deportivo alemán con motor central llegó para llamar la atención de propios y extraños por el perfil de su carrocería y el alto desempeño que volcaba en el suelo.
De todas las épocas
En el Salón de París de 1978, este modelo dinámico y portentoso, aunque bajito (1.140 mm) se robaba todas las miradas. Con 277 CV y un peso de 1.539 km, el auto volaba hasta los 260 km/h. Antes, obvio, marcaba el 0-100 en 5,9s.
Diez años antes, el BMW 2800 CS ya había entrado en la era de las “grandes coupés”, pero el M1 rompió con toda hegemonía al aparecer con un diseño atemporal y una serie de elementos mecánicos y aerodinámicos tomados del automovilismo. Si sumamos todo esto, estamos frente a uno de los hitos de la herencia de la compañía.
Lo que nadie puede negar es que a pesar de ser un deportivo alemán, la tendencia italiana es más que evidente, al tratarse de un obra del diseñador Giorgio Giugiaro. Tomando como inspiración un prototipo creado en 1972 por Paul Bracq, diseñador de BWM, el M1 combina líneas redondeadas y un perfil afilado.
La tecnología de transmisión se diseñó para dominar los retos de los circuitos y cumplir los requisitos para obtener la licencia como un auto de calle. De hecho, el BMW M1 era el deportivo alemán más veloz. La serie Procar proporcionó parte del programa para las carreras del Campeonato Mundial de Fórmula 1, y el BMW M1 se colocó en la línea de salida con un motor de hasta 490 CV. Por medio de un turbo, aumentó la potencia a 950 CV conforme a las normas del Grupo 5.
En total, este BMW M1 dotado de un motor seis cilindros en línea de 3.5 L alcanzó una producción total de 459 unidades (399 ejemplares para la calle y 60 de competición) entre 1979 y 1981.
Magnus Opus
El M1 no sólo fue un auto deportivo extraordinario, sino que también fue una singular obra de arte. En 1979, el ídolo del pop art Andy Warhol trabajó sobre un M1 con sus pinceles y pintura, conviertiendo a este auto en una de las obras de arte más rápidas del mundo. Con el número 76, el BMW M1 Art Car luchó por el título en Le Mans a lo largo de las 24 horas completas, terminando finalmente la carrera en sexto lugar.