La carga por inducción no es nada nuevo en el mundo de la tecnología. Lo hemos visto ya en teléfonos celulares y es de gran ayuda para evitar los problemas de cablerío.
En el mundo de los autos eléctricos la cosa ha sido más lenta. Pero todos saben que la carga inductiva podría facilitar mucho el problema de la autonomía. En China, por ejemplo, ya hay calles prototipo con celdas de energía o colectivos que cuentan con superficies de carga en su techo, lo que les permite cargarse en cualquier lugar, yendo de paso y sin contratiempos.
Entre los fabricantes, es BMW el que más lejos quiero llegar. La marca bávara ofrece en su 530e iPerformance un nuevo sistema de inducción. Es tan sencillo como colocar el coche sobre una especie de alfombra que, sin tocar la base del vehículo, provocará un campo de carga. Así, en tres horas y media, y (casi) sin cables de por medio, se podrá conseguir recuperar toda la energía.
Con esto, BMW se transforma en el primer fabricante de autos en ofrecer, desde fábrica, un sistema de carga para sus vehículos electrificados y que pueda soportar alto voltaje. En Alemania comenzará el programa, pero bajo alquiler, para luego extenderse por Estados Unidos, Europa, China y Japón.