El C4 Cactus está llamado a ser el modelo más importante para Citroën en la región, ¿La causa? Es su apuesta al segmento más efervescente de los últimos años, el de los SUV B (podés decirle Crossover, pero en términos de mercado no hay diferencias). Para ello la marca tomó una decisión importante, producirlo en Brasil y actualizarlo al cambio estético que recibió a nivel internacional.
los precios van a estar recién el 10 de septiembre
¿Qué tal estará este C4 Cactus made in Brasil? Ya tenés la nota de lanzamiento que publicamos ayer (ver acá), ya tenés la gama, fichas técnicas, equipamientos y más, en el Catálogo de Autocosmos (ver acá). Ahora toca el turno de contarte las primeras impresiones detrás del volante de la versión más equipada, Shine 1,6 THP de 165 CV. Ah, y los precios van a estar recién el 10 de septiembre cuando comience la pre venta por internet (en octubre comienza la comercialización).
Por fuera
Vamos a darle una vueltita antes de subirnos. Los cambios no son estructurales pero se notan. Lo más marcado está en los Airbumps a los cuales en su momento les dedicamos un falso infomercial en Youtube (ver video acá). Ahora se reducen a su mínima expresión y van a los bajos de las puertas junto con un protector de zócalos. También desaparecen de los paragolpes.
Ahora los Airbumps se reducen a la mínima expresión
Adelante mantiene la idea de faros desdoblados (LEDs por un lado, óptica principal por otro) pero tiene líneas más deportivas, mientras que atrás los faros crecen horizontalmente invadiendo el baúl. Arriba se mantienen las gruesas barras de techo en negro y todas las llantas del Citroën C4 Cactus son de 17” en aleación.
Por dentro
Puertas adentro el C4 Cactus cambia también. El tablero entero es nuevo, las bocas de aireación se mudan a la parte superior, la pantalla multimedia de 7” baja un poco y el cuadro de instrumentos, que viene directo del renovado C4 Lounge, entra en una visera. Los materiales ya no son suaves al tacto, exceptuando la franja frontal que está revestida en un embellecedor de color, que en la versión Shine tiene un recubrimiento engomado.
el cuadro de instrumentos viene del C4 Lounge
Los asientos también cambian, abandonan ese estilo de avión en favor de uno más angosto. En el caso del Shine en cuero con costuras blancas. Si bien son algo chicos, en los kilómetros que recorrimos resultaron cómodos.
El Citroën C4 Cactus está basado en la plataforma PF1 del Grupo PSA que ya usan 208, C3 y 2008, pero con la distancia entre ejes más larga posible (2.600 mm) lo que le da buen espacio en las plazas traseras. Si bien parece chico, tiene buen despeje para piernas, cabezas y hombros. Completa un baúl amplio y un auxilio que no es homogéneo, pero tampoco una galletita.
Al volante
Antes de arrancar, el Citroën C4 Cactus te ofrece las regulaciones necesarias para una correcta posición de manejo con ajuste de altura de butaca y de altura y profundidad de volante. La visibilidad es buena, excepto en las diagonales traseras, pero los retrovisores son buenos y desde el nivel intermedio tiene cámara de retroceso.
Al C4 Cactus lo mueven dos opciones, ambas 1.6 litros, el VTi de 115CV y el THP de 165. El primero puede ir con caja manual de 5º o automática de 6º, el segundo solo con la que pasa los cambios por vos. En este primer contacto solo estaba disponible el más potente.
Todo el C4 Cactus está calibrado para el confort
Obviamente que 165 caballos y 240 Nm desde muy abajo combinado con el bajo peso de este Citroën hacen que salga muy rápido cada vez que pisas fuerte el acelerador. En realidad hay un instante en el que la caja rebaja, el turbo carga, y después de eso el horizonte es la próxima frontera.
Todo el C4 Cactus está calibrado para el confort, las suspensiones son suaves y esto combinado con el amplio despeje de 225 mm hace que levante un poco de más la trompa cuando acelerás o la hunda cuando frenás. Sin embargo, como sucede con el C3, contiene bien el bamboleo, y tampoco rola en exceso. La dirección es sobreasistida en bajas velocidades, pero se endurece correctamente en velocidad y te da precisión a la hora de apuntar la trompa.
Conclusiones
Es muy rápido para sacar conclusiones sobre el nuevo C4 Cactus, especialmente hasta no tener el precio de venta. Evidentemente es un Citroën hecho y derecho, apuntado al confort, pero sin perder la compostura en su andar. Pierde en percepción de calidad interior, gana en motor, al menos con el THP. Ya lo vamos a tener más tiempo con nosotros para hacerle un test completo y de paso probar consumos y todos los sistemas avanzados de seguridad destinados a prevenir accidentes.