Luego de analizar por cuatro años su uso en la industria automotriz, Ford empleará el grafeno, un material utilizado en revestimientos, teléfonos celulares e incluso algunos artículos deportivos, en el capó de sus modelos.
Así, por primera vez, este nanomaterial bidimensional será empleado debajo del capó de los vehículos del óvalo azul, con el objetivo de hacerlos más livianos, mejorar la temperatura y reducir el ruido. Específicamente, este compuesto será empleado en las cubiertas superiores y delanteras de los motores, así como en las tapas de las bombas.
En términos prácticos, el grafeno, se destaca por su ligereza y resistencia, actuará en los autos, SUVs y pick-ups como si fueran auriculares con cancelación de ruido, reduciendo el sonido dentro de la cabina y creando un manejo más silencioso.
Llamado "material milagroso" por algunos ingenieros, el grafeno tiene dentro de sus particularidades una gran fortaleza (200 veces más que el acero), a pesar que delgado y flexible. Asimismo, es uno de los materiales más conductores del mundo y ofrece una gran insonorización.
Según estudios hechos por Ford y sus proveedores, el grafeno permite una reducción del ruido del 17%, una mejora del 20% en las propiedades mecánicas y del 30% en las propiedades de resistencia al calor en comparación con la espuma utilizada sin grafeno.
Se espera que el grafeno entre en producción a fines de 2018 con más de diez componentes debajo del motor de la Ford F-150 y el Mustang y, luego en otros modelos.