El Nissan 370Z es un deportivo que, pese a los años, sigue teniendo un gran séquito de seguidores, que no solo admiran su desempeño, sino que además lo encuentran perfecto para personalizarlo a través de un variado surtido de piezas.
Nissan no desaprovecha los reflectores que brinda el SEMA Show 2018, celebrado en Las Vegas, para presentar el Project Clubsport 23. En esencia, se trata de un 370Z perfeccionado mediante accesorios originales traídos directamente del catálogo de Nismo, así como un nuevo motor de última generación que podría ser lo que se viene a futuro.
Estéticamente, lo primero que resalta es el color naranja de la carrocería que contraste con el tono negro de elementos como llantas, manijas, tomas de aire, espejos retrovisores y splitter delantero. Cabe señalar que el capó y los retrovisores están construidos en fibra de carbono. Puertas adentro, no tenemos sistema multimedia, pero sí volante y asientos deportivos, además de una tapicería de cuero negra con costuras en rojo.
En el apartado mecánico donde Nissan se lució, y es que el conocido seis cilindros atmosférico de 3.7 L cede su lugar a favor de un V6 VR30 biturbo de 3.0 L, capaz de entregar 400 CV.
Básicamente, es el mismo propulsor que usa el Infiniti Q50 400 Sport, pero a diferencia del pomposo primo que recurre a una caja automática, este Z se adapta a una transmisión manual de seis cambios. Ls suspensiones también fueron optimizadas gracias a unos amortiguadores firmados por Eibach.
Aunque se trata de una preparación para el SEMA, creemos que el Project Clubsport 23 es mucho más, ya que todo indica que una nueva generación del Z, impulsada por el VR30, llegaría en 2019. Además, es la primera vez que este propulsor se acopla a una transmisión manual... las casualidades no existen.