A 48 horas de que sea escenario de la quinta consagración de Lewis Hamilton, el Autódromo Hermanos Rodríguez de México volvió a ser escenario de un hecho histórico para la Fórmula 1: por primera vez, una mujer de origen latinoamericano giró al mando de un monoplaza de la Máxima.
La colombiana Tatiana Calderón, actual piloto de la GP3 Series, se dio el gusto de completar 100 kilómetros (lo permitido para una jornada de filmación) a bordo del Sauber C37, el mismo que Charles Leclerc y Marcus Ericsson utilizan esta temporada.
Calderón, que desde principios de 2017 es piloto de desarrollo de la escuadra suiza (su trabajo está abocado principalmente al simulador), realizó 23 giros al escenario de 4.304 metros, en los que no protagonizó fallo de conducción alguno.
“Ha sido increíble, un sueño hecho realidad. No se puede describir lo que se siente estar en un F.1”, aseguró la joven de 25 años a Motorsport, antes de añadir que “la primera vez que lo aceleré parecía como si estuviera en una PlayStation, por lo rápido que pasaba todo”.
Con respecto a la demanda física, la colombiana reconoció que “no tuve ningún problema, lo que quiere decir que la preparación ha sido correcta. En ciertos sentidos hasta me pareció más fácil que manejar el GP3”.
“Ahora que ha pasado este día ya no quiero volver a mi GP3, me quiero quedar aquí. Ojala pueda seguir rompiendo barreras y alcanzar mi sueño de llegar a la Fórmula 1”, concluyó la joven que actualmente ocupa la 16ª plaza del certamen de la GP3 Series.
Desde Sauber, admitieron que el ensayo no presentó sobresaltos: “Hoy teníamos una prueba de fuego con ella y demostró ser una profesional. No tuvo un solo fallo”, dijo Xevi Pujolar, jefe de ingenieros del equipo.
“Al ser la primera vez, y con tan pocos kilómetros, estuvo excelente. Podría mejorar si se acostumbra más a la frenada, porque de un GP3 o F.2 a un F.1 el nivel de frenado es muy diferente, más en una pista como esta”, aclaró Pujolar, en lo que terminó siendo un día satisfactorio tanto para la piloto como para la estructura europea.
Fuente: CORSA