Nadie pude negar que las llaves físicas son el pasado. La tecnología keyless, tanto para motor como para ingresar a los coches está cada vez más extendida, y eso, si bien positivo, tampoco está exento de problemas. Diversos estudios y expertos en informática han demostrado que las llaves remotas son altamente propensas a ser hackeadas.
Una de las investigaciones que ha demostrado la vulnerabilidad de las llaves modernas a un cibertaque es el del Club General de Automóviles de Alemania (ADAC) que, luego de estudiar 237 autos modernos de 30 marcas distintas, encontró que 230 de ellos pueden sufrir un hackeo a través de dispositivos que se pueden comprar a precios muy económicos.
Estos ataques ("relay") le permiten a los ladrones desbloquear los seguros y arrancar un auto sin tener necesariamente la clave de la llave. Estos ciberataques simplemente buscan señales transmitidas por las llaves inalámbricas y las amplifican para abrir autos.
Conforme al análisis del ADAC, de los casi 240 modelos evaluados solamente tres resistirieron por completo un ataque y los tres son de la misma compañía, Jaguar Land Rover. Específicamente se trata de las Jaguar I-Pace, Land Rover Discovery y Range Rover Evoque. Ante este problema de seguridad, lo que se recomienda es envolver llave en papel de aluminio para evitar que las señales sean desbloqueadas por completo.