Dicen los cuentos que algunas ranas pueden convertirse en príncipes. De verdad no lo sabemos, pero creemos que este no es el caso… Lo único real en esta historia es el amor por los clásicos que lo llevó a Mauro Aguirre, oriundo de la capital de la provincia de Santa Fe, a vender una moto que le habían regalado para convertirla en un IES 3 CV América, de 1987… pero la historia no termina acá…
Mauro fue más allá del sentimiento por los fierros y cruzó cualquier frontera de la razón: como estaba mal de pintura decidió “colorear” a su nueva máquina de celeste y blanco. Como no podía faltar le agregó un “humilde” Sol de Mayo ¡todo artesanal! A lo único que no le encontramos un sentido nacional en la obra de Aguirre es los dientes que dibujó en la parrilla. Aunque completan una especie de rostro junto a los faros delanteros.
El IES 3CV
Esta joya franco/argentina, que en su momento pagó 6.000 pesos pesa 630kg y se mueve con un motor naftero bóxer de dos cilindros (602 cc), que entrega una potencia de 32 CV a 5.750 rpm y un torque de casi 40 Nm a 3500 giros.
Este modelo nació con esa denominación en 1985 y obviamente derivaba del Citroën con cambios como nuevo capot, parrilla integrada al paragolpes y faros delanteros cuadrados además de nuevos paragolpes y luces traseras.
Posteriormente el modelo recibió cambios más notorios, centrados especialmente en la mecánica, que se presentaron en 1987 bajo la definición Super América.
IES
En 1980 Citroën S.A. decidió retirarse de Argenitna vendiendo posteriormente el paquete accionario de su filial local al ingeniero Eduardo Sal Lari, propietario de Daher Boge, fabricador de amortiguadores para Citroën. El industrial continuó produciendo los vehículos en el país con el stock remanente hasta que en 1983 cambia el nombre a IES, por de Industrias Eduardo Sal Lari. A partir de ese cambio se localiza el 3CV con su marca a los que sumó los Mehari (ahora rebautizado Safari) y la furgoneta (llamada IES Carga).
Además de los cambios en el 3CV se sumó la pick-up IES Gringa en 1988. Lamentablemente en 1990 la crisis económica marcó el cierre final del portón para Industrias Eduardo Sal Lari.
Mauro
Algunos aseguran que Mauro se compró un auto para siempre, seguramente porque no se lo va a poder vender a nadie. ¿Cómo pintarías a tu auto?