Louis Camilleri, nuevo jefe de la amrca italiana, detalló el plan estratégico para los próximos años. Lo más relevante es el anuncio del lanzamiento de 15 nuevos modelos entre 2019 y 2022, de los cuales, el 60% serán autos electrificados.
La firma no detalló si serán híbridos de rango extendido, plug-in hybrids o modelos 100% eléctricos, aunque no se descarta que haya un poco de todo. También se confirmó que la marca lanzará una SUV, aunque no antes de 2022, sumando así un quinto modelo de producción normal a su gama, hoy conformada por las gran turismo Portofino y GTC4Lusso y las deportivas 488 GTB y 812 Superfast, todos con sus múltiples variaciones.
Asimismo, a las actuales tres líneas de producción de la marca (GT, deportivos y series especiales) se añadirá una cuarta denomina Icona, autos de edición limitada y que ya conocemos a dos, las Monza SP1 y SP2. Básicamente, la línea Icona busca recrear modelos históricos de Ferrari, pero aplicando métodos de construcción y tecnología moderna, como la carrocería de fibra de carbono y el impresionante motor V12 de la 812 Superfast, pero con 810 CV.
Las nuevos Monza se ofrecen con una plaza (SP1) o dos (SP2), y se basan en las barchetta de competición de Ferrari, que nacieron en 1948 con el 166MM y se extendieron hasta la Monza 750 de 1955.
Se construirán sólo 499 unidades, y todas ellas fueron colocadas por la marca en manos de sus clientes top, aquellos coleccionistas que no sólo compran los deportivos tradicionales. ¿Precio? Desde €1,6 millones, sin considerar opcionales.
Esta es parte de la estrategia comercial del nuevo CEO de la marca: vender más autos exclusivos que son significativamente más caros que los modelos tradicionales. En 2018 se entregaron alrededor de 500 de ellos, y el objetivo es duplicar esa cifra para 2022. En esta línea se enmarcan los siempre rentables one-off, aquellos modelos únicos solicitados por clientes muy especiales. Los últimos de ellos fueron el SP38, basado en el 488, y el SP3JC, construido sobre el F12tdf.
Ferrari cerró 2018 con la venta de 9.251 autos, ingresos antes de impuestos de €1.250 millones y una utilidad de €787 millones de euros. El plan de Camilleri es superar los €2.000 millones para 2022.
Por esto mismo, el tope de producción fijado en 10.000 unidades para 2020 (y que significó una gran pelea pública entre el fallecido CEO del Grupo FCA Sergio Marchionne y el histórico presidente de Ferrari Luca di Montezemolo) subirá aún más, en mil unidades para 2022. Todo sea por el negocio.