Muchas personas elijen comprar un auto nuevo, a sabiendas de que con el uso y el tiempo irá perdiendo su valor. Por otra parte, hay quienes prefieren adquirir un vehículo usado, debido a que la devaluación mayor ya pasó una vez que lo deseen revender.
Respecto a esta devaluación que sufren los autos nuevos, un estudio reciente realizado por Eurotax llegó a la conclusión que un vehículo pierde el 36% de su valor a los dos años de haberlo comprado en el distribuidor. Esto se debe a que el valor residual promedio fue del 63,8% en un auto de dos años en 2018.
Por su parte, los valores residuales de los vehículos con cinco años experimentaron a lo largo de 2018 ajustes a la baja alcanzado una depreciación de más del 46%, esto quiere decir que valen la mitad de lo que costaron de nuevo. Si bien, al comprar un auto de segunda mano, la perdida de dinero es menor, hay que tener en cuenta que se corre el riesgo de adquirir un vehículo con fallas mecánicas, que ya haya sido reparado de un choque, entre otros.