En 2018, la Agencia Nacional de Seguridad Vial emitió unas 19.343.820 licencias en el país, de las cuales 692.760 corresponden a adultos mayores, casi 20.000 más que en el 2017. De acuerdo a estas cifras oficiales, el 3,58% de personas que manejan en todo el país tienen más de 60 años, y esta cifra aumentó en un 2,59% de un año a otro.
Con la expectativa de vida en aumento, y avances de la ciencia y la tecnología, resulta en que se extiende la edad en que los adultos mayores conducen, en comparación a décadas precedentes. Claro, estudios científicos demuestran que, a medida que pasa el tiempo, los reflejos y la capacidad de reacción se vuelven más lentos. Sin embargo, esto no le impide a la persona poder manejar.
Incluso, la ONG Luchemos por la vida presentó un informe donde arribó a la conclusión que el grupo etario de adultos mayores no suele ser el responsable de accidentes viales, particularmente por su apego irrestricto a las reglas, además de la experiencia de manejo y la conciencia de los cuidados que hay que tener al conducir.
Capacidades que se modifican a lo largo de los años
Dentro de las cuestiones que se ven afectadas por la edad, se encuentran:
La cognición. Se necesita varias habilidades juntas cuando se maneja, como la atención, la memoria y el procesamiento visual.
Pérdida de audición y la visión. Ambos sentidos son fundamentales, por eso se recomienda que el adulto realice chequeos regulares para controlar la vista y la graduación de los lentes, sobre todo antes de un viaje largo en auto. Además, hay que tener en cuenta que en la ruta hay que estar atento a los sonidos.
Condiciones médicas. Hay varias enfermedades, como demencia, diabetes, artritis, Alzheimer, Parkinson, entre otras que afecta la vida del conductor y puede ser perjudicial para la seguridad del mismo y de terceros.
Medicación. Muchos medicamentos, con efecto secundario, pueden reducir habilidades de reacción, por eso, siempre hay que consultar con el médico de cabecera, sobre todo, si se va a salir a la ruta.
Función motriz. La flexibilidad comienza a disminuir y los músculos se debilitan, imposibilitando o dificultando realizar ciertas maniobras al volante. En estos casos, como el cuerpo va perdiendo fuerza, el ejercicio regular ayuda a mantenerse activos y a mitigar estos efectos.
Por estos motivos, renovar el permiso de conducir suele ser un poco más complejo para los adultos mayores ya que, de acuerdo con la Ley de Tránsito 24.449, toda persona mayor de 65 años tiene que realizar un examen de manejo práctico y teórico todos los años. Cabe aclarar que este trámite es gratuito para los adultos mayores.
Ayudas tecnológicas
Afortunadamente, el avance tecnológico hace que hoy en día sea mucho más fácil poder adaptarse a estos problemas mencionados. Entre las tecnologías más útiles encontramos al volante multifunción, las asistencias al manejo y estacionamiento, la navegación por GPS, las cajas automáticas y los servicios de asistencias frente a emergencias.
Este conjunto de tecnologías, sumado a la prevención y el seguimiento, además de la pasión por el manejo son lo que permite que la vida al volante dure muchísimos años.