Un 12% más rápido, un 12% más poderoso en relación a su antecesor: así es el nuevo Focus ST de cinco puertas que acaba de develar Ford en Europa. Gracias al motor de turbo de 2.3 L con 280 CV (+30) y 420 Nm de torque, este hatchback es capaz de ir de 0 a 100 km/h en 5,7s, casi un segundo más rápido que la generación anterior.
Esta capacidad de aceleración es posible gracias a que el motor con turbo de doble entrada equipa un innovador sistema antilag, que permite una rápida entrega de impulso. Igualmente, la tecnología flat-shift para la caja de cambios manual de seis cambios y el control de arranque también ayudan a optimizar el rendimiento de arranque.
Específicamente, la tecnología antilag puede mantener electrónicamente el acelerador abierto hasta 3s después de que el conductor levante el pie del acelerador, aliviando así la inversión del flujo de aire del turbo para mantener la velocidad de la rueda del compresor.
Al mantener el turbo preparado para una respuesta inmediata y conservar la presión positiva en el colector de admisión cuando no está en aceleración, esta tecnología permite una reanudación más rápida tanto de la presión de sobrealimentación como de la combustión cuando el conductor vuelve al acelerador.
Por su parte, la función flat-shift también ayuda a proporcionar la máxima aceleración de arranque en reposo emulando automáticamente el antibloqueo, y manteniendo el acelerador abierto a medida que el conductor suelta el embrague para usar la caja de cambios manual de sexta, lo que maximiza la respuesta del turbo. Una luz indicadora de cambio de marcha permite saber el punto óptimo para cambiar de marcha, y así conseguir arranques rápidos y constantes.
Pero además de esta capacidad de salir en línea recta, el nuevo Focus ST ofrece un alto desempeño al circular por curvas gracias al primer diferencial electrónico de deslizamiento limitado de Ford para un modelo de tracción delantera. Este sistema utiliza embragues activados hidráulicamente para redistribuir hasta el 100% del torque disponible a la rueda con más tracción para evitar que estas pierdan tracción.
Como resultado, se obtiene una mayor agilidad y una reducción significativa del subviraje durante la aceleración en las curvas y fuera de ellas. Además de lo anterior, el Focus ST equipa la tecnología de Control de Amortiguación Continuo que monitorea la suspensión, el chasis, la dirección y la activación de los frenos cada 0,002s para ajustar las respuestas de los amortiguadores y ofrecer así una calidad de conducción óptima.
Por ahora, el Focus ST sale a la venta en Europa en versiones hatch de cinco puertas y station wagon, ya sea con este motor 2.3 L Ecoboost o con el 2.0 L EcoBlue (diésel) de 190 CV, acoplados a cajas manuales de sexta. En unos meses más se sumarán variantes automáticas, aunque sólo con el motor naftero.
Nuevo Ford Focus ST 2020