Maserati ha logrado en un importante hito de producción en su fábrica de Giovanni Agnelli de Grugliasco al alcanzar la unidad número 100.000 del Ghibli a seis años de su lanzamiento.
En esta ocasión, la unidad emblemática que salió de las líneas de producción se trató de un Ghibli S Q4 con acabado GranSport, en color azul (Blu Emozione) e interiores en cuero negro natural -Pieno Fiore-. Dentro de las variaciones que ofrece la versión GranSport están las ópticas Full LED matrix adaptativas, las inserciones negro piano en el paragolpes delantero, faldones laterales en el color de la carrocería, calipers en color rojo y llantas de aleación de 20 pulgadas.
Conforme al desempeño, el Maserati Ghibli S Q4 equipa un motor V6 biturbo de 3.0 litros con 430 CV, que junto con el sistema de tracción integral inteligente permite que el sedán vaya de 0 a 100 km/h en solo 4.7 segundos. Por su parte, la velocidad está limitada a 286 km/h.
Uno de los grandes atractivos del Ghibli, que se vende muy bien en Estados Unidos, China, Italia, Japón y Alemania, es que se puede personalizar escogiendo entre 10 diferentes colores de carrocería, entre los cuales está el nuevo Blu Nobile, color de tres capas con destellos nacarados que se ilumina con la luz del sol y cinco colores en el interior, hasta alcanzar un total de 150.000 posibles combinaciones diferentes.
Junto a la versión GranSport, el Ghibli está disponible en la variante GranLusso, que pone el acento en la fascinación y el refinamiento. Aquí el interior lleva el sello de Ermenegildo Zegna y combina cuero natural Premium con inserciones 100% en fibra natural de seda mulberry en los asientos, paneles de las puertas, techo y luces interiores. Esta labor es completada por las inserciones cromadas en los parachoques, faldones laterales del color de la carrocería, los rines de aleación de 19 pulgadas y los calipers negros.
Es importante mencionar que cada Ghibli que sale de la línea de producción de la planta de Grugliasco se somete a una serie de controles para garantizar la mejor calidad a lo largo de todo el proceso de fabricación, desde los paneles hasta la pintura.
A su vez, cada vehículo efectúa pruebas en ruta de más de 40 kilómetros a cargo de un piloto profesional. Tras estas verificaciones y evaluaciones el vehículo abandona la planta de producción para ser llevado al distribuidor y posteriormente entregado al cliente.