Sin importar que la Jeep Gladiator lleva poco tiempo en el mercado, la cantidad de accesorios disponibles y los talleres de tuning que han trabajado en la personalización de esta pickup es más que impresionante.
Y es que aunque las capacidades e imagen de este vehículo son extraordinarias, como todo Jeep tiene un instinto de provocación para ser llevado al mercado del tuning cueste lo que cueste. Uno de los proyectos que ejemplifica la pasión que hay por la modificación hacia estos vehículos 4x4 es esta bestial Gladiator dotada de más de 500 hCV y una imponente carrocería.
Para lograr desarrollar esta cantidad de poder, sus creadores eliminaron el motor V6 de 3.6 litros (285 CV y 352 NM) y en su lugar, impusieron un ocho cilindros de 6.2 litros con sello de General Motors que, de la mano de una caja automática, entrega 550 CV.
Esta gloriosa cantidad de fuerza del motor LS3 tomado del Corvette C6 y que hace mover a este Gladiator bautizado como Glendale, está acompañada de una serie de modificaciones estéticas y mecánicas enfocadas a incrementar las capacidades todoterreno.
Se destaca el sistema de suspensión con amortiguadores de triple derivación, un kit de elevación, ejes Dana, bloqueos de diferencial, neumáticos de 42 pulgadas y frenos de alto desempeño.
Visualmente, esta Gladiator sobresale por el color negro de la carrocería, los detalles en dorado, el kit de guardabarros, los paragolpes de acero, las barras de iluminación LED, la canastilla portaequipaje y el malacate especial.