No hay duda que el estilo resiste el paso de los años. Por más que los gustos cambien y las tendencias en diseño evolucionen, la elegancia y el estilo son perpetuos. Una muestra de ello es el Lincoln Zephyr, uno de los autos más bellos de la marca.
Aunque han pasado 80 años desde su creación, este clásico luce un estilo sumamente llamativo y aerodinámico, lo que hizo que sea sumamente codiciado para su restauración original o para convertirlo en un Hot Rod.
Continuando con su historia, Ford Motor Company decidió llamarlo Zephyr en honor al tren expreso Burlington Zephyr, que por medio de su motor Diésel y elegante diseño aerodinámico estableció una serie de récords de velocidad.
Al igual que aquella locomotora, el modelo de Lincoln fue creado con una carrocería dotada de líneas que combinaban la elegancia con el aerodinamismo. Sin embargo, a diferencia del tren, el auto poseía un motor V12 con 110 CV y una velocidad máxima de solo 145 km/h.
Sin duda, esa potencia no concordaba con su aspecto, incluso para los estándares relativamente modestos de la época. Por fortuna, uno de sus propietarios pensó lo mismo y decidió renovarlo.
Un Viper V10, lo que le faltaba
Con la idea de transformarlo en un auto más potente, decidió reemplazar el doce cilindros por un motor V10 del Dodge Viper. Acompañado por una transmisión automática de cuatro cambios, este Zephyr ahora sí es un auto lleno de potencia.
Para complementar esta supremacía garantizada por medio de 400 CV, el chasis fue reforzado, principalmente en el frente. Del mismo modo, al cuadruplicar la potencia del Zephyr fue necesario cambiar la suspensión neumática, dirección y frenos, con el fin de optimizar su manejo.
Además de estas perfecciones, dotarlo de una llamativa pintura y nuevas llantas, el interior de este clásico fue construido con el mismo detalle y artesanía que el resto del auto. En este sentido, cuenta con una serie de comodidades de lujo y confort, que incluyen asientos eléctricos, volante con ajuste de altura, aire acondicionado, un sistema de audio personalizado, ventanas eléctricas, baúl de apertura eléctrica y una consola totalmente equipada.
Sin lugar a dudas, este Lincoln Zephyr 1941 combina a la perfección lo clásico con la tecnología contemporánea y los estándares más rigurosos de la artesanía.