Lo que comenzó como algo chistoso terminó en una gran deuda. Sin pensar en las consecuencias, un joven que caminaba por las calles de Frankfurt, Alemania, decidió sacarse fotos junto a una Ferrari 488 GTB que encontró estacionada en la vía pública.
Si bien el hecho de sacarse fotos con un superdeportivo es algo común en muchas personas, esta sesión se salió de lo habitual debido a que la máquina terminó con algunos daños.
Al tratar de llamar la atención y obtener imágenes "creativas", el joven decidió subirse a la carrocería de la Ferrari, tanto a su baúl como a su capot y techo. ¿El resultado? Rayones y abolladuras en buena parte del superdeportivo.
El problema vino luego de que el chico publicase las fotos en sus redes sociales: la dueña del superdeportivo logró localizarlo, por lo que le inició una demanda por daños. Por lo tanto, el denunciado deberá pagar las reparaciones, que al tratarse de un coche de la legendaria marca italiana no son nada baratas: superan los USD 35.000.