El japonés Takuma Sato (Rahal Letterman Lanigan Racing) se quedó con el triunfo en la 104° edición de las 500 Millas de Indianápolis, por lo que conquistó su segundo éxito en la prueba tras el conseguido en 2017. Tras haber largado 9º el japonés tomó la punta cerca del cierre al superar a Scott Dixon (Chip Ganassi Racing) y no la soltó más. Por su parte, el neocelandés terminó como escolta, lo que le permitió afianzarse al frente del torneo de la IndyCar. El tercer lugar fue para el estadounidense Graham Rahal (Rahal Letterman Lanigan Racing).
Vale mencionar que la carrera terminó con régimen de auto se seguridad -bandera amarilla- por el durísimo accidente del estadounidense Spencer Pigot (Rahal Letterman Lanigan Racing) a cinco vueltas del final. Afortunadamente, el ex piloto del Juncos Racing no sufrió heridas de consideración.
El que se quedó con las ganas de un buen resultado fue el estadounidense Marco Andretti (Andretti Herta Autosport w/ Marco Andretti & Curb-Agajanian), quien tras largar desde la pole position finalizó 13°. En contrapartida, el que tuvo un gran desempeño fue el mexicano Patricio O’Ward (Arrow McLaren SP), considerado el mejor rookie gracias a que terminó en la 6ª ubicación, luego de arrancar 15º.
Por otro lado, el español Fernando Alonso (Arrow McLaren SP) tuvo una opaca actuación que incluyó una extensa detención en los boxes hacia mitad de carrera, lo que lo condicionó de cara al final. El bicampeón de Fórmula 1, en su segundo intento en el óvalo del Indianápolis Motor Speedway, terminó la prueba en la 21° posición tras partir desde el 26° lugar.
Estas Indy 500 quedarán en la historia por haberse disputado en el marco de la pandemia del Coronavirus, lo que obligó a mover la carrera de su fecha original del último fin de semana de mayo y también a efectuarlas sin público. Además, fue la del estreno del Aeroscreen, utilizado en la categoría desde la temporada actual.