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Industria

Borgward y un regreso que no está saliendo como se planeaba

La marca que hoy es financiada por capitales chinos atraviesa una situación compleja.

Borgward y un regreso que no está saliendo como se planeaba

Hace más de 100 años se fundó la marca alemana Borgward. Fue de la mano de Carl F. W. Borgward en 1919, quien trabajó en los primeros pasos de la compañía que supo mantenerse en el mercado hasta 1961. Se dice que la calidad de sus productos representaba un serio peligro para las aspiraciones de fabricantes como BMW, por lo que la boicotearon para forzar su cierre.

Tras la bancarrota un grupo de empresarios mexicanos adquirió la marca y trasladó su fábrica entera de un continente a otro, algo inédito para ese entonces. Luego de muchos problemas, en 1967 finalmente iniciaron la producción, que duró hasta 1970.

La Borgward del siglo XXI

En un tercer intento por renacer, con el respaldo del nieto del creador de la marca y tras llegar a un acuerdo con los mexicanos que aún eran dueños de los derechos de la marca, Borgward volvió a iniciar su producción en 2015, ahora con la particularidad de que contaba con capitales chinos.

La idea original era comenzar con las operaciones en China, para después expandirse a Alemania y al resto de Europa. Sin dudas se trataba de un plan ambicioso que aparentemente no se pudo cumplir, lo que podría condenar a Borgward a una nueva desaparición. Así lo señala un informe de la publicación alemana Automobilwoche, al mencionar que la marca se enfrentó a varios problemas desde que en 2019 la china Beiqu Foton Motor, subsidiaria de BAIC, vendió su participación en la marca -67%- a la empresa china de transporte y alquiler de automóviles Ucar.

Aparentemente, el nuevo dueño de Borgward no pudo encontrar el modelo de negocio ideal para aumentar las ventas, a lo que se le sumó otro inconveniente: el accionista multimillonario de Ucar, Charles Zhengyao Lu, está siendo investigado por fraude.

Borgward y un complejo 2020

Este año Borgward sólo vendió 5.000 unidades, contra las 800.000 que pensaba comercializar. Por otro lado, en Europa apenas cuenta con un concesionario -ubicado en Luxemburgo- a lo que se le suma algo peor: la supuesta sede de Stuttgart habría sido desmantelada. Sin mayores informaciones, habrá que esperar para ver cómo serán los próximos pasos de la marca, que claramente no atraviesa un buen momento.

¿Podrá la marca alemana salir de esta difícil situación o creés que vuelve a tener las horas contadas? ¿Qué te parece? ¡Contanos!

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