En 2017 Google anunció su asociación con Volvo para incluir el sistema operativo Android en los vehículos suecos. Sin embargo, este vínculo no tiene relación con Android Auto, la interfaz que permite llevar algunas funciones de nuestro smartphone a la pantalla del auto de una manera más ergonómica y funcional de lo que sería simplemente clonar la pantalla de nuestro teléfono (por ejemplo con el programa Mirrorlink).
A ciencia cierta, Google unió fuerzas con Volvo debido a que quiere instalar de manera nativa en distintos vehículos su propio SO, para que sea la base de los sistemas multimedia y que los fabricantes cuenten directamente con las ventajas de tener uno basado en Android, sin que el dueño del auto deba usar su teléfono.
Android Automotive: Novedades
Así como un telefono Samsung no se parece a un Huawei o a un Motorola, cada fabricante tendrá sus propios "skins" para que Android Automotive se asemeje al lenguaje de diseño gráfico de cada marca.
La natividad de Android en la interfaz multimedia permitirá una integración mucho más fuerte entre el sistema de asistencias y sensores del auto y las herramientas del SO de Google. Como este último es un sistema de código abierto y opera técnicamente como lo haría un teléfono o una tablet, el conductor incluso podría tener acceso a aplicaciones y herramientas desarrolladas específicamente para el auto.
Por ejemplo, en el caso de Polestar o de Volvo, el sistema podrá asociarse con Google Maps de manera directa y mejorar la experiencia de navegación usando los sensores y las cámaras del auto, además de sincronizarse con funciones remotas que puedan ser operables desde tu teléfono, como por ejemplo:
- Estado de la batería.
- Cierre de puertas.
- Activación del aire acondicionado.
- Un largo etcétera.
Tener a Google "de amigo" es un arma de doble filo
Convengamos que Waze o Google Maps son mejores que cualquier sistema de GPS integrado en un auto.
Está claro que el negocio de Google y el de cualquier otra empresa de tecnología está en la recopilación de datos de los usuarios. Por lo tanto, Android seguramente podrá monitorear y aprender todo sobre diversas acciones de quienes lo utilizan, como por ejemplo:
- El estilo de manejo.
- La interacción con el auto.
- Las actividades que se realizan.
- El uso que se le da a las distintas aplicaciones.
Creeme que Google va a sacar ventaja de todo esto para poder instalarse en la era de los vehículos autónomos con mayor protagonismo, incluso por sobre otros desarrolladores y por sobre las mismas marcas automotrices, quienes también verán como el gigante tecnológico se lleva parte de su información. Justamente por eso no todos los fabricantes quisieron vincularse con él.
Sacar ventaja para la era autónoma
Con la llegada de la electrificación, los vehículos están empezando a contar con plataformas que se asemejan más a las de un teléfono celular que a las de una máquina, lo que facilita enormemente la implementación de sistemas como Android, teniendo en cuenta que los autos van camino hacia una computarización total que incluirá desde la administración de energía hasta los sistemas de manejo, en los que los pedales, la transmisión y la dirección serán robotizados o funcionarán con sistemas by-wire. Al final del día, al dueño del auto solo le alcanzará con tener un plan de datos asociado al vehículo para que este pase a ser un gadget más.
Los beneficios de Android Automotive quedan a la vista, pero por otro lado estaremos ante una delicada instancia en la que le daremos más poder a las computadoras sobre nuestras vidas, tal como sucede con los algoritmos producidos en las redes sociales y que saben todo sobre nosotros.
Los primeros en usar Android Automotive
El auto que estrenó Android Automotive (versión basada en Android 10) fue el Polestar 2, modelo al que le seguirán el Volvo XC40 Recharge y el Polestar Precept, ambos integrantes del grupo sueco hoy en propiedad de Geely. De todas maneras, Volvo y Polestar no serán los únicos, ya que el Grupo PSA anunció recientemente que desde 2023 sus modelos contarán con el nuevo sistema, decisión que también tomará General Motors para algunas de sus marcas, como Chevrolet o Cadillac.