Es un hecho que con el aumento de la popularidad de la movilidad eléctrica los combustibles fósiles iniciaron su camino hacia la extinción. Y el primero que parece ya tener los días contados es el Diésel, producto de que si lo comparamos con la nafta tienen fama de ser más contaminantes y desagradables, lo que sumado al escándalo del Diéselgate generó que cayera su comercialización incluso en Europa, donde por su eficiencia tenía gran aceptación.
Una de las marcas que estuvo involucrada en casos ligados al Diéselgate fue Renault, aunque no al nivel de Volkswagen y sus filiales. Posiblemente como consecuencia de ello, la marca del Rombo está aumentado su gama de modelos eléctricos e híbridos (dentro de su estrategia de ofrecer vehículos eficientes y amigables con el medio ambiente), pero además está empezando a dejar afuera del mercado a sus motores diésel, tal como se había rumoreado años atrás.
La novedad fue anunciada por Gilles Le Borgne, jefe de desarrollo de Renault, a la revista francesa Auto Infos, quien señaló que la firma abandonará el desarrollo de los impulsores gasoleros, lo que no significa una eliminación inmediata de los mismos.
Por el momento, el departamento de Investigación y Desarrollo de la marca dejó de crear motores de combustión eficientes para invertir en movilidad eléctrica, teniendo en cuenta que para 2025 espera que todos sus modelos sean, al menos, parcialmente eléctricos. Además, aquel año sería el último de los Renault con impulsores Diésel en el mercado.
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