Resulta conocida por todos la estrecha relación en términos comerciales entre Argentina y Brasil. En cuanto a industria automotriz se refiere, los intercambios de modelos producidos en un país y en otro son constantes, por lo que si uno padece algún tipo de inconveniente a nivel general, resulta probable que su par también se vea afectado.
De acuerdo al medio brasileño Noticias Automotivas, la fabricación de 0km en aquel país está transitando un periodo de recesión por falta de componentes electrónicos, lo que hizo disminuir la producción e incluso en algunos casos detenerla. El origen del inconveniente es el mismo que afectó y sigue afectando a nivel mundial a la producción automotriz: la pandemia del Coronavirus.
A principios de año te contamos que varios fabricantes de la industria acusaron faltante de chips, elemento hoy indispensable para la producción vehicular. Bueno, la crisis llegó a Brasil, país que además está comenzando a reanudar sus actividades productivas tras las medidas sanitarias adoptadas contra el COVID-19.
Debido a la escasez del recurso tecnológico, Honda anunció que la producción de su planta de Sumaré, San Pablo, está paralizada, mientras que General Motors estaría cerca de hacer lo mismo en Gravataí, Río Grande del Sur, y al menos por tres semanas. Por lo tanto, modelos como el Chevrolet Onix y el Onix Plus verían afectadas sus ventas.
La situación que en su momento afectó a Europa y a Estados Unidos ya tiene su correlación en Sudamérica, nada menos que en el principal productor automotriz de la región. Veremos si los inconvenientes se trasladan a la oferta del mercado argentino (por ejemplo con los mencionados modelos de Chevrolet, ambos importados desde el país vecino) y de qué manera.