Durante 2020 el deporte motor vivió un año especial. A la pandemia de coronavirus, que puso en jaque a varios campeonatos, se sumó la lucha por la igualdad de oportunidades dentro de la actividad. El gran referente del movimiento fue Lewis Hamilton, campeón de la Fórmula 1. El inglés comenzó a manifestase contra el racismo a partir del asesinato del ciudadano afroamericano George Floyd a manos de la policía de Mineápolis.
“Cuando empecé mi carrera en la F.1 en 2007 fui el primer piloto de color y hasta ahora, tristemente, sigue siendo así”, afirmó Hamilton, que abrazó con fuerza la iniciativa Black Lives Matter (la vida de los negros también importan).
Lewis Hamilton, referente del movimiento Black Lives Matter.
Hamilton se involucró de tal manera que Mercedes, su equipo, y hasta la propia categoría se hicieron eco de su inquietud. La escudería pintó sus autos de color negro; mientras que la Máxima inició su propia campaña contra la discriminación a través de We Race As One (todos corremos como uno) que continúa en 2021, aunque sin utilizar el arcoíris que suele usarse como “un símbolo de unión”.
Pero el automovilismo no solo lucha contra el racismo. En la actualidad hay personas que se sienten discriminados por pertenecer a la comunidad LGBTQ+ (lesbianas, gays, bisexuales, trans, queer y más). El periodista inglés Matt Bishop, ex editor de la revista F1 Racing, ex jefe de comunicaciones de McLaren, de la W Series y en la actualidad del equipo Aston Martin F1 puede dar fe de eso.
Matt Bishop actualmente es el jefe de comunicaciones del equipo Aston Martin F1.
Bishop llegó a la Fórmula 1 a mediados de los ’90 como representante de una de las publicaciones más reconocidas del sector. “Cuando llegué a la F.1 era el único gay en la categoría… No lo oculté, pero tampoco me acerqué a Michael Schumacher y le dije ‘Hola, buenos días Michael, soy gay’”, explicó el periodista.
Aunque Bishop se consideró aceptado por toda la categoría, confesó que varias veces tuvo encontronazos con un piloto en particular que se burlaba de él porque era gay, aunque jamás ha dicho de quién se trata.
“El corredor que me llamó gordo maricón se jubiló hace muchos años. Fuera de esta excepción siempre me han tratado con amor; hice fantásticos amigos a todos los niveles, pero también me dí cuenta que confesar ser gay es mucho más difícil para mecánicos e ingenieros, es por ello que hoy trabajó en pro de los derechos de la comunidad gay”, reconoce el comunicador.
“En algún vuelo he charlado con personal de equipos como Jordan o Williams y me confesaron que eran homosexuales, pero que no podían decirlo abiertamente porque a en la F.1 no les gustaría escucharlo… La F.1 es un mundo muy rígido y tradicionalista, tal vez hoy menos que antes, pero lo sigue siendo”, aclaró.
“En general pienso que el automovilismo sigue siendo en gran parte el territorio de los hombres blancos heterosexuales. Por supuesto, no exclusivamente, pero en gran medida. Sin embargo, hay una serie de cosas que lo desafían positivamente”, analiza Bishop.
En la pista
Mike Beuttler es el único piloto de Fórmula 1 que reconoció su homosexualidad.
Mucho tiempo antes de que Bishop llegara a la Fórmula 1 para ser “el único gay del pueblo”, como dice él mismo, su compatriota Mike Beuttler trascendió por ser el único piloto que confesó su homosexualidad públicamente.
Beuttler disputó 28 carreras entre 1971 y 1973 con March y la única vez que estuvo cerca de sumar puntos fue en el GP de España del ’73 cuando llegó séptimo. El inglés, nacido en El Cairo (Egipto), dio a conocer su preferencia sexual en una época en la que gente no hablaba de ser gay.
“Mike no tenía estigma, era una persona amable y gentil; todos sabían que era gay, no era un secreto y fue aceptado”, recordó Ann Bradshaw, una consultora de relaciones públicas que conoció a Beuttler a principios de la década del ‘70.
La campaña deportiva de Mike en la F.1, financiada por amigos que eran corredores de bolsa, se terminó como consecuencia de la crisis del petróleo de 1973.
Sin chances de seguir corriendo, Beuttler, de 34 años, se mudó a Estados Unidos y se le perdió el rastro. Recién hubo noticias de él el 29 de diciembre de 1988 cuando sus familiares anunciaron que había muerto después de contraer VIH/SIDA.
Danny Watts esperó retirarse para decirle al mundo que es gay.
Casi cinco décadas más tarde del paso de Beuttler por la F.1, su compatriota Danny Watts, dos veces ganador de las 24 Horas de Le Mans en la categoría LMP2, dijo que era gay. El británico tomó la decisión de anunciarlo en 2017, pocos meses después de dejar de correr.
“Sientes que tienes que esconderlo dentro del automovilismo porque es un deporte muy masculino. Pero había algo ardiendo en mi interior que decía ‘bien, no puedes ocultarlo más, tienes que ser libre y ser fiel a ti mismo y dejarlo salir’. Se lo dije a familiares y amigos cercanos. Obviamente, al principio hubo una conmoción, pero la gente también me apoyó mucho, lo cual fue agradable”, explicó en ese momento.
En 2018, Richard Morris, piloto del Britcar Endurance Championship, también hizo pública su homosexualidad. “Antes de salir del closet, llevaba a mi novio a mis carreras en la Fórmula Ford y él estaba allí como un amigo”, aseguró Morris, quien decidió en 2019 darle forma a Racing Pride para promover la inclusión LGBTQ + en la actividad.
Richard Morris, piloto y fundador de Racing Pride.
“No creo que la gente en el automovilismo sea deliberadamente hostil hacia la homosexualidad; algunas personas involucradas en el deporte y la industria lo son, por supuesto, pero quiero creer que la mayoría de las personas en el automovilismo son buenas y tolerantes. Habiendo dicho esto, sigue siendo un entorno realmente difícil para ser abiertamente homosexual”, apuntó el británico, que espera correr algún día en las 24 Horas de Le Mans.
“Durante décadas, el automovilismo ha tenido una imagen que se centra mucho en los hombres heterosexuales. Casi no hay modelos a seguir de conductores exitosos que sean o hayan sido abiertamente homosexuales mientras compiten; personas como Hurley Haywood y Danny Watts han salido del armario después de retirarse, pero eso fue muy recientemente y no se sentían capaces de hacerlo mientras competían”, agregó.
Hurley Haywood ocultó su homosexualidad por temor. Recién lo hizo público a los 70 años.
El caso de Hurley Haywood, al que Morris hace referencia, es muy particular. El estadounidense, que logró cinco victorias absolutas en las 24 Horas de Daytona (1973, 1975, 1977, 1979 y 1991), tres en las 24 Horas de Le Mans (1977, 1983 y 1994) y dos en las 12 Horas de Sebring (1973 y 1981), declaró su homosexualidad a los 70 años en una autobiografía publicada en 2018.
“No tenía ningún modelo a seguir masculino gay. Tuve que lidiar con todas esas cosas yo mismo, resolver todos los problemas de cómo sería si de repente saliera del armario como gay. ¿Qué provocaría eso? ¿Perdería a todos mis fans? ¿Perdería a todos mis patrocinadores?”, admitió Haywood, que se retiró en 2012, en una entrevista a The Guardian.
La misión de Racing Pride
Charlie Martin, Sarah Moore, Richard Morris y Abbie Eaton, los embajadores de Racing Pride.
A partir de la creación de Racing Pride, la comunidad LGBTQ + tiene una representación las pistas gracias a sus embajadores como el propio Morris, la piloto transgénero Charlie Martin, que participa en carreras de endurance; y las corredores lesbianas Sarah Moore y Abbie Eaton, que compiten en la W Series. También está el propio Bishop y la ingeniera Krystina Emmanouilides, del equipo Alfa Romeo de F1.
“Si los fanáticos animan a un piloto LGBTQ + que compite durante el fin de semana, es probable que se sientan mucho más positivos hacia las personas LGBTQ + que conocen en su vida cotidiana. El automovilismo tiene una gran oportunidad para educar, crear conciencia y tener un impacto positivo en la sociedad. Si bien la sociedad avanza, las personas LGBTQ + aún enfrentan acoso, amenazas, ataques y discriminación en todo tipo de lugares, tienen muchas más probabilidades que la población heterosexual de sufrir problemas de salud mental, ser rechazadas por sus familias e incluso suicidarse. Si podemos hacer algo al respecto, ¡hay que hacerlo!”, afirmó Morris al respecto.
Personas como Hamilton, Bishop y Morris demuestran que el automovilismo no es exclusivamente un deporte de blancos heterosexuales. La lucha que ha emprendido cada uno de ellos permite presagiar que tarde o temprano se terminarán los estereotipos y que el deporte motor, efectivamente, les brindará a todos igualdad de oportunidades sin importar la etnia, el género o la sexualidad.
¿Qué opinás del nuevo movimiento? ¿Por qué creés que el automovilismo es considerado machista? ¡Contanos!
Fuente: Automundo