Por más extraño que parezca, en la historia de la industria automotriz existió un modelo que fue realizado por Mercedes-Benz y Porsche. Estamos hablando del 500 E, un sedán de prestaciones deportivas que lanzado en 1990.
El 500 E era muy potente pero nada ostentoso; dinámico y lujoso al mismo tiempo. Se trataba de un vehículo que no llamaba especialmente la atención de entrada, sino que había que verlo por segunda vez para conocer sus cualidades. Repasemos su historia.
Mercedes-Benz 500 E: El origen
Todo comenzó en 1988, cuando Daimler-Benz AG se vinculó con Porsche para que produzca un sedán que combinará confort y deportividad. ¿La razón? La necesidad de Mercedes-Benz de competir con el poderoso BMW M5 y, de paso, con el Lexus LS400. Claro, pasó que por ese entonces, el Mercedes-Benz W124 era uno de los autos más avanzados de la época, pero igualmente todos los ingenieros de Mercedes estaban desesperados tratando de ver cómo los japoneses estaban realizando un auto con prestaciones similares.
Como resultado, MB delegó la mayoría del proyecto del 500 E a Porsche, marca que estaba pasando por un mal momento económico pero también estaba muy dispuesta a apoyar el desarrollo de otros modelos, como ya lo habían hecho con Audi y SEAT.
Con una participación en el desarrollo del 90%, Porsche fue responsable de prácticamente todo el trabajo necesario para la integración de los componentes mecánicos y de la carrocería. El comienzo lo marcó el contrato entre ambas marcas, en el que figuraba que se trataba de un “diseño y desarrollo en serie experimental sobre la base del W 124”.
Mercedes-Benz 500 E: El motor
El motor sería el V8 de 5.0 litros y 48 valvulas del 500 SL, que también había sido utilizado por el Sauber C9 participante de las 24 Horas de Le Mans, aunque claramente modificado para competir. El impulsor contaba con las siguientes características:
- Erogaba 322 CV y 480 Nm de torque
- Trabajaba junto a una caja de cambios automática de cuatro relaciones
- Aceleraba de 0 a 100 km/h en solo 5,9 segundos
- Su velocidad máxima estaba limitada electrónicamente a 250 km/h
Mercedes-Benz 500 E: La producción
Para la producción del 500 E existía un proceso un poco más laborioso al común: Mercedes-Benz enviaba las partes de la carrocería a Porsche, donde se emsamblaban. Después volvían a MB para pintarse y luego nuevamente Porsche, ya que allí se producía el montaje final y la instalación del motor. En total, la producción demoraba 18 días.
En abril de 1995, tras cuatro años de producción, se habían entregado 10.479 unidades del Mercedes-Benz 500 E, todas con cuatro plazas, ya que el diferencial era tan grande que no dejaba espacio para el asiento central de la fila trasera.
Mercedes-Benz 500 E: Características principales
Repasamos los principales aspectos del Mercedes-Benz 500 E:
- Su carrocería era 56 milímetros más ancha y 23 más baja que la de cualquier otro modelo de la gama.
- Para lograr una mejor distribución del peso, la batería se colocó en la parte trasera derecha del baúl.
- Con respecto al W124, contó con nuevos sistemas de frenos y escape, y los guardabarros fueron más anchos, para poder sumarle la suspensión del SL.
- En el interior hay una mezcla de cuero, madera y molduras en colores que contrastan, pero en general todo era mucho más oscuro y elegante que en otras configuraciónes del Clase E.
- Los asientos deportivos contaban con ajuste eléctrico y el sistema de audio con abertura para casetes.
Si bien su valor era un poco más caro que el de un M5, quienes lo manejaron aseguran que se trata de un auto que sentó las bases para todos los futuros sedanes de alta performance de Mercedes-Benz.