Por increíble que parezca, un nene de cuatro años se subió al auto de su madre y lo manejó por las inmediaciones de su casa. El hecho, ocurrido en Overvecht, Países Bajos, se generó luego de que la progenitora dejara las llaves del vehículo en un lugar donde el niño pudo agarrarlas sin problema. Claro, jamás pensó que su niño iba a querer manejar su auto...
Tras agarrar las llaves, el nene se subió al auto, encendió el motor, movió la palanca de cambios y allá fue... Increíblemente, el chico manejó durante algunas cuadras, más precisamente hasta que se accidentó contra dos vehículos estacionados. Afortunadamente, nadie salió lastimado.
Tras el choque, el niño fue atrapado por la policía, que lo llevó a la comisaria para buscar a sus padres. Vestido con su pijama y de la mano de un osito de peluche, al nene no le quedó otra que ir con las fuerzas de seguridad.
De acuerdo con las declaraciones de los padres y del niño, este último se encontraba en su hogar durmiendo, pero se despertó cuando su padre se fue al trabajo. Acto seguido, bajó las escaleras, tomó las llaves del auto de su madre y realizó un paseo corto, pero lleno de incidencias. Luego de chocar contra los dos autos, se bajó y comenzó a vagar por la calle.
Tras aclarar el hecho, los oficiales de policía llevaron al chico al estacionamiento de la comisaría, donde le preguntaron si sabía encender un auto. Este replicó lo hecho con el vehículo de su madre, e incluso llegó a hacer el juego con el embrague para ponerlo en marcha, de acuerdo a lo manifestado por la policía.