Muchos apuntan al BMW X6 como iniciador de esta moda de los SUV con remate deportivo, que a las marcas les encanta llamar coupé; lo cierto es que las siluetas fastback no son una novedad y en el caso de este FIAT podría ser más un sedán / crossover.
Viajamos a la reunión anual de Autocosmos, en México, y aprovechamos para tomar contacto con el nuevo FIAT Fastback producido en Brasil, desde donde deberá de llegar en algún momento a Argentina.
FIAT Fastback El Cronos del Pulse
Vuelvo al inicio de esta nota, así como Cronos es el sedán del Argo, el Fastback es el hermano largo del Pulse. La comparación no es muy lejana, ya que la dupla aventurera parte de la misma base que la del hatchback y del sedán, pero actualizada y llamada MLA.
Metro en mano, respecto del Pulse el Fastback crece 328 mm (y unos 63 mm comparado con el Cronos), casi todos colocados en el voladizo trasero lo que le permite ofrecer un baúl de 600 L vs. los 370 de su hermano.
Teniendo en cuenta sus proporciones, altura, largo y voladizo trasero, el Fastback es más un sedán con silueta deportiva y levantado, lo que nos lleva a la estética.
FIAT Fastback: el toque deportivo
Obviamente que la caída del portón trasero define a este modelo a tal punto que toma su nombre de ese estilo, pero hay más para darle el toque de crossover incluyendo la imaginería off-road con los protectores de perímetro inferior y guardabarros, además de mayor despeje y del capot alto y plano.
La parte deportiva se complementa con el extremo delantero hacia abajo, parrilla grande, pasos de aire (auténticos) verticales en los extremos del paragolpes, techo y otros elementos en negro y el spoiler tipo “cola de pato” en el remate final.
Si bien el Fastback parece un homenaje a Alfa Romeo (como pasa con Argo y Cronos) las luces traseras parecen recordar a la última entrega de los modelos alemanas que dieron el puntapié inicial a esta moda.
FIAT Fastback: Interior que suma, pero no tanto
Respecto del Pulse, la principal novedad del Fastback está en la consola central que se estira hasta el tablero y genera nuevos espacios recurriendo al freno de mano eléctrico.
La calidad de plásticos se siente marginalmente mejor que en el hermano menor, pero no parece estar a la altura del status que la marca le imprime al modelo. Salvo el borde de la guantera, uniones y texturas se perciben prolijos, sólidos y buenos.
Si bien el portón trasero inclinado permite una inmensa boca de apertura para el baúl, tiene su correlato en un techo bajo que exige agacharse para entrar a las plazas traseras sin darse un “cocaso”.
Atrás, el espacio para las cabezas es correcto (me sobraron dos dedos hasta el techo) y bueno para piernas. Las amenidades incluyen salidas de aire y puertos USB.
FIAT Fastback: equipamiento y seguridad
La configuración de los autos depende mucho del mercado, pero sirve lo visto en México porque condice con el equipamiento de confort y de seguridad que ofrece el Pulse en Argentina.
En confort se destacan
- Tapizado en (eco)cuero
- Tablero digital
- Pantalla de 10”
- Android Auto y Apple Carplay sin cables
- Cargador inalámbrico
- Cámara de retroceso
- Sensores de estacionamiento
- Apertura y encendido “sin llaves”
En seguridad hay un mix de malas y buenas
- Frenos traseros a tambor
- 4 Airbags
- Alerta de colisión con autofrenado
- Mantenimiento de carril
A manejar el FIAT Fastback de 175 CV
Arrancamos con la posición de manejo que ofrece regulación de altura y profundidad del volante -con aro ancho y ergonómico-, y asientos cómodos, de buen soporte y apoyo para hombros. La visibilidad es buena, limitada por el inmenso pilar C, pero con grandes espejos. La postura es casi igual de alta que en un Cronos, que justamente no es baja.
Ofrecido con motores turbo, T200, 1.0L de 120 CV y 200 Nm, o T270 1.3L de 175 CV y 270 Nm, manejamos la versión más poderosa que viene con caja automática (convencional) de seis cambios y modo manual con levas de volante.
Antes de seguir tengo que aclarar que probar un auto en Ciudad de México tiene sus peculiaridades, no solo por el tránsito, y las subidas y bajadas, también por la altura a 2.300 metros sobre el nivel del mar que reduce la potencia de los motores.
Si bien el turbo se inventó en la aviación para mitigar la “falta” de aire, acá se suele notar con una mayor demora o lag en la entrada de la potencia.
Volvemos al Fastback, tuve la suerte de manejarlo en tránsito, calles rotas y autopistas despejadas de asfalto nuevo. Piso el acelerador y no siento que tenga esos 175 CV, aunque curiosamente me pareció que era más culpa del convertidor de par “resbaloso” que del turbolag causado por la altura.
Cuándo las calles están rotosas -y creeme que son muy similares al conurbano bonaerense- mi cuerpo empieao a sentir como el capricho de esas llantotas de 18” conspira contra el confort general de marcha y me obliga a ir más lento o sufrir pensando en que voy a romper una rueda en cualquier momento.
El resto del Fastback está bien juzgado, se siente dinámico sin ser deportivo, la dirección es ligra y precisa, y solo hay que acostumbrarse al pedal de freno, especialmente a bajas velocidades, ya que es bastante “nervioso”.
Conclusiones FIAT Fastback
FIAT hizo un inmenso esfuerzo por ofrecer un producto amplio, práctico, moderno y lindo, sin embargo, siento que busca posicionarlo más arriba de lo que realmente ofrece, especialmente en calidad percibida del interior y seguridad con altibajos.
Es fachero, tiene buen espacio y tecnología, al motor lo conocemos de Jeep y es muy bueno, pero sobre todo siento que es la mejor alternativa para los que quieren un sedán y ya no lo consiguen en mercado o quieren que tenga ese extra de estilo aventurero y deportivo.
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