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Toyota piensa más allá y desarrolla el Lunar Cruiser

Es un proyecto en conjunto con Mitsubishi Heavy Industries y se espera que vea la luz en 2029.

Toyota piensa más allá y desarrolla el Lunar Cruiser

¿Por qué Toyota está desarrollando un vehículo lunar? En palabras de Ken Yamashita, jefe del proyecto: “Al llevar a cabo este proyecto, queremos contribuir junto con Japón haciendo avanzar la tecnología y permitiendo que las personas crezcan. Incluso antes del alunizaje en 2029, esperamos reintroducir las tecnologías perfeccionadas a través del proyecto del “Lunar Roving Vehicle” o mejor conocido en Toyota como el Lunar Cruiser"

Ken Yamashita de Toyota y Fumiya Tsutsui de JAXA con una maqueta del Lunar Cruiser

Trabajando en equipo con Mitsubishi Heavy Industries 

Después de una investigación conjunta, JAXA (Japan Aerospace Exploration Agency) encargó a Toyota en el otoño de 2022 comenzar un estudio de un vehículo lunar. Además, a finales de 2022, se confirmó que el trabajo se haría de la mano de Mitsubishi Heavy Industries, no solo en el suministro de componentes individuales sino en el desarrollo a nivel de sistema.

El vehículo presurizado tripulado implica cuatro tecnologías principales: 

  • Baterías de combustible regenerativas
  • Altas capacidades todoterreno
  • Conducción todoterreno automatizada
  • Experiencia de usuario o UX (habitabilidad, visibilidad, operatividad, etc.). 

En primer lugar, están las baterías de combustible regenerativas (RFC), un sistema que combina electrólisis de agua y baterías de combustible (FC). Toyota ha estado perfeccionando su tecnología y confiabilidad en las FC durante muchos años, sobre todo a través del Mirai. Aprovechando esta experiencia local, las celdas de combustible regenerativas marcan una nueva evolución de estas tecnologías. 

En la Luna, el día y la noche duran -cada uno- dos semanas, pero A pesar de este entorno extremo, se cree que la superficie contiene recursos hídricos (agua). Durante el día, el agua y la electricidad generadas por las células solares podrían utilizarse para producir hidrógeno y oxígeno, mientras que las celdas de combustible suministran energía durante la noche.

Establecer un ciclo energético de este tipo permitiría una exploración sostenible a largo plazo en la superficie de la luna. Yamashita dice que la investigación actual trabaja hacia este objetivo. 

“La tecnología que puede generar electricidad de forma continua utilizando únicamente luz solar y agua en condiciones tan hostiles como la superficie lunar también tendría aplicaciones en diversas sociedades y entornos de la Tierra, incluidas islas o aldeas remotas, refugios de evacuación en caso de desastres, zonas de conflicto y campos de refugiados. Al perfeccionar la tecnología RFC a través del desarrollo del Lunar Cruiser creemos que podemos contribuir significativamente a la realización de una sociedad circular y, en última instancia, al desafío global de la neutralidad de carbono.” 

Lo siguiente es el rendimiento de conducción todoterreno. La superficie lunar presenta diversas condiciones, incluidos cráteres, rocas y pendientes, todos cubiertos por una arena de grano fino conocida como regolito. 

“El desafío es producir neumáticos y controlar la fuerza motriz para manejar este entorno exigente y equilibrar el rendimiento de conducción y el consumo de energía. Actualmente, estamos utilizando un vehículo de prueba todoterreno para investigar el control de movimiento óptimo y desarrollar varios componentes, incluidos neumáticos metálicos, en asociación con Bridgestone y un sistema de suspensión que incorpora tecnología de electrificación.” 

Según Yamashita, el equipo ha construido un vehículo de pruebas todoterreno equipado con motores y mecanismos de dirección independientes en cada una de sus cuatro ruedas. Ahora se está probando en una pista todoterreno que emula cráteres y otras características del paisaje lunar. Durante este año Toyota comenzará a construir un vehículo de prueba integral a gran escala y acelerará el desarrollo de un nuevo circuito de pruebas en las instalaciones de I+D de la compañía.

Los Lunar Roving Vehicle o L.R.V. utilizados por las misiones Apollo 15, 16 y 17 fueron creados por Boeing con apoyo de General Motors y Delco

El Lunar Cruiser es el nombre con el que se conoce el proyecto que emulará el Rover utilizado en los años setenta por las misiones 15, 16 y 17 del Apollo en el suelo lunar, pero con muchísima más tecnología y con una cabina presurizada a diferencia del modelo de de la NASA.

El Toyota Lunar Cruiser

Comparativa entre el Lunar Cruiser y una Land Cruiser terrestre

El vehículo lunar cuenta con una cabina presurizada para crear un entorno similar al de la Tierra, permitiendo a quienes estén a bordo no usar trajes espaciales, incluso en un entorno implacable con una sexta parte de la gravedad de la Tierra y temperaturas que oscilan entre 120 °C durante el día y -170 °C durante la noche. 

"Este vehículo presurizado tripulado ofrece movilidad y habitabilidad, permitiendo a los astronautas moverse y explorar la superficie de la luna durante períodos prolongados más allá de los límites del lugar de alunizaje. En cierto sentido, es una nave espacial que viaja sobre la luna", explicó Fumiya Tsutsui, director de Exploración Espacial en el Centro de Exploración Espacial JAXA (JSEC) de la Agencia de Exploración Aeroespacial de Japón (JAXA). 

El cuerpo del Lunar Cruiser mide 6 metros de largo, 5,2 metros de ancho y 3,8 metros de alto, aproximadamente el tamaño de dos microbuses. Con una cabina de unos 7 metros cuadrados, el vehículo se está desarrollando para proporcionar un espacio habitable a los astronautas mientras exploran la superficie de la luna. 

¿Será tan confiable el vehículo lunar como los Land Cruiser, Hilux y otros Toyota?

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