La idea de esta sección “Autos Clásicos de Argentina” era contar sobre todos los autos fabricados en el paísque dejaron huella, y obviamente van a estar los más antiguos, pero sin darnos cuenta nos vinimos a la modernidad, así que vas a tener que esperar un par de notas más.
Por el 69° aniversario de la Planta Santa Isabel, decidimos que el protagonista de esta semana sea el Renault Fluence, un sedán del segmento C que llegó como reemplazo del Megane, y que fue fabricado en Argentina desde fines de 2010 hasta los últimos meses de 2018.
Historia del Fluence
Renault Fluence Concept Car
La primera aparición del Fluence fue en 2004 como un concept, y presentaba un diseño interesante, con una silueta “coupé” y luces delanteras grandes con una entrada de aire debajo, haciéndolo parecer más un dos puertas deportivo en lugar del formato que tomó el modelo de producción.
Cabe aclarar que el Fluence Concept sirvió para que futuros modelos de la marca utilicen algunos de sus rasgos, principalmente el Laguna III Coupé, y el Megane III, que se vendió en Argentina, pero a diferencia de los I y II, sólo se ofrecía en carrocería hatchback, y ahí es donde apareció el Fluence, para incorporar una variante sedán.
Dentro de los varios países donde se fabricó el Fluence, Argentina fue uno de ellos, donde se produjo a partir de 2010, luego de una inversión de 500 millones de dólares para la Planta Santa Isabel, donde se lo hizo hasta 2018, con un restyling en el medio y tres variantes deportivas.
Renault Fluence I (2010 – 2014)
El primer Fluence que se fabricó en Argentina presentaba una estética diferenciada a otros modelos de la marca (incluido el Megane III), con luces alargadas en posición horizontal, el rombo arriba de la parrilla, y detalles como diversos diseños de llantas, y apliques “cromados” según la versión.
Puertas adentro, el Fluence tenía un tablero con dos relojes grandes para el cuentarrevoluciones y el velocímetro, y dos indicadores chicos para los medidores de combustible y temperatura, todos de agujas. Además, el tablero tenía también una computadora de abordo, pero para aquellos años, la novedad era el sistema multimedia con navegador para las versiones más equipadas, que constaba de una pantalla (que no esra táctil) en la parte superior del torpedo.
Además, el Fluence ofrecía elementos de confort como un interior beige con butacas de cuero, control de crucero, techo solar, climatizador bizona, sensores de estacionamiento, caja automática, entre otros.
Las motorizaciones del primer Fluence fueron tres, todas nafteras:
- 1.6 L (K4M) de 110 CV con caja manual de cinco relaciones
- 2.0 L (M4R) de 143 CV con caja manual de seis relaciones o una automática de tipo CVT.
- 2.0 L Turbo (F4RT) de 180 CV con caja manual de seis marchas, en las variantes deportivas.
Renault Fluence II (2014 – 2018)
Si bien en otros países fue lanzado en 2013, en Argentina el rediseño del Fluence fue presentado literalmente a mitad de su vida, a fines de 2014, y cambiaba la parte delantera, acercándolo un poco más al Megane III, con luces más oscurecidas y de diferente diseño, una parrilla nueva con un Rombo grande integrado en el centro y retoques en los paragolpes, principalmente.
En el interior, el Fluence adoptaba en toda la gama un elemento que tuvieron las variantes más equipadas del I a partir de 2013: el velocímetro digital, que también mostraba información sobre la temperatura y el nivel de combustible (un retroceso con respecto al primero, que lo mostraba con agujas).
Las motorizaciones que usó el Fluence fueron las mismas que el anterior, pero habían más opciones de versiones para adaptarse a todas las necesidades, incluyendo variantes más equipadas con el 1.6 y otras más básicas con el 2.0.
Variantes deportivas
Fluence Sport
La primera línea del Fluence estrenó al poco tiempo una variante llamada “Sport”, que podía pasar desapercibido ante el ojo inexperto, ya que las únicas diferencias estéticas eran las luces de xenón, los lavafaros, las llantas de 17” con diseño exclusivo y los tapizados de cuero negro con detalles rojos en el interior.
Si bien el Fluence Sport podía lucir como uno más, cuando se pisaba el acelerador la historia era otra, ya que equipaba el motor “F4RT”, un 2.0 L turbo que producía 180 CV y 300 Nm. Si te suena este impulsor, es porque es el mismo que usaba el Megane III RS, pero con menos potencia. Las prestaciones de este sedán eran muy buenas, acelerando de 0 a 100 km/h en 8,1 segundos y alcanzando los 220 km/h.
El dato curioso es que el Fluence Sport (al igual que las otras dos variantes que mencionaremos) era producido en Argentina, pero fue desarrollado por Renault Sport, tanto en el motor como en la puesta a punto del chasis y las suspensiones, algo diferente a lo que hacían otras marcas, que solo dotaban a sus autos de “estética deportiva” o le ponían un motor más potente.
Fluence GT
En 2012, Renault Argentina presentó el Fluence GT en el Autódromo de Buenos Aires, una versión que nació sobre los comentarios que hablaban sobre la “necesidad” de una variante con estética más deportiva, manteniendo el mismo motor y las cifras del Sport, así que se adoptó un kit estético compuesto por:
- splitter delantero negro
- paragolpes retocados
- “zócalos” de las puertas
- Llantas de 17” bitono
Puertas adentro, el Fluence GT sumaba costuras rojas en los tapizados y otros apliques en ese color como en la palanca de cambios o la inscripción “GT” del lado del pasajero. El velocímetro pasó a ser el digital que conocimos luego en las variantes convencionales.
Fluence GT2
En agosto de 2015, Renault lanzó en Argentina el Fluence GT2, ya adoptando el restyling que mencionamos arriba, y sumando detalles grises en los paragolpes, llantas (de nuevo diseño) y espejos. Sacando eso, el concepto era el mismo: una variante deportiva del Fluence con otros paragolpes y los splitter negros, sumados a un leve spoiler trasero, retoques en el interior, y por supuesto, centrado en el motor.
El impulsor del Fluence GT2 seguía siendo el mismo que el de sus antecesores, pero fue "exprimido" un poco más para generar 10 CV y 30 Nm extras, logrando así unos 190 CV y 330 Nm. La transmisión nunca dejó de ser manual de seis relaciones.
Entre las varias novedades que tenía el Fluence GT2 en el interior, como los varios detalles rojos y apliques en “negro piano”, se destacaba la pantalla multimedia táctil de 7”, que incorporaba el “RS Monitor”, un apartado que se centraba en el performance, como la aceleración lateral, la presión del turbo, la entrega de potencia y torque, y otros.
Bonus: Fluence Z.E
Si bien es una variante que nunca llegó al país, no podemos dejar de mencionarla: el Fluence tuvo una versión 100% eléctrica llamada “Z.E”, presentada en el Salón de Frankfurt de 2009 y producido a partir de 2011 en Turquía.
Entre las características principales del Fluence Z.E, lo primero que llamaba la atención eran sus dimensiones, siendo 13 cm más largo que el convencional para albergar la batería, que se encontraba en la parte inferior del baúl, recortando su capacidad a 317 litros.
Las demás diferencias estéticas del Fluence Z.E con respecto al normal eran detalles y apliques azules en los paragolpes y emblemas, pero el punto clave estaba en las luces traseras, muchomás grandes, transparentes y con un nuevo diseño.
El tren motriz que utilizaba el Fluence Z.E estaba compuesto por un único motor eléctrico que entregaba 95 CV y 226 Nm, logrando una autonomía de 160 km y alcanzando los 135 km/h de velocidad máxima.
Renault Fluence en competición
El Fluence participó también de tres categorías de automovilismo nacional: TC2000, Super TC2000 y Turismo Nacional Clase 3, logrando varios títulos de todo tipo, principalmente en las primeras dos:
- 2011: Primera victoria del Fluence con Guillermo Ortelli al volante, en Mendoza
- 2012: Campeón de Marcas y Equipos en ambas categorías
- 2016: Campeonato de Equipos y Marcas del Super TC2000
- 2017: Campeonato de Equipos y de Pilotos con Facundo Ardusso
- 2018: Campeonato de Equipos, Marcas y Pilotos con Facundo Ardusso.
Como conclusión de la nota, debemos decir que el Fluence fue un auto que cumplió, contando con un buen equipamiento, una buena gama de motorizaciones y versiones, y hasta tres variantes deportivas diferentes, que hoy por hoy salen mucho menos que otros competidores directos y más comunes de ver.
Luego del cese de producción del Fluence, no hubo un reemplazo directo, ya que se esperaba que pudiera llegar el Megane IV Sedán, pero nunca vino. Como sucedió con casi todos los sedanes del segmento C, el modelo del rombo cedió su lugar a un SUV B, el Captur producido en Brasil... en aquella época nos horrorizamos, hoy ya parece algo común.
¿Tuviste un Fluence o conocés alguien que tuvo uno? ¡Contá tu experiencia!
Renault Fluence GT a detalle