La industria automotriz está en guerra, las marcas estadounidenses, europeas, coreanas y japonesas están luchando con todo lo que pueden contra la industria china que, en unos cuantos años, ha logrado cambiar el balance en los mercados de todo el mundo, inclusive los domésticos.
El impacto de las marcas chinas es tan fuerte que ahora la propia Unión Europea lanzó una investigación a gran escala para descubrir si los apoyos del gobierno chino hacia sus automotrices representan una competencia desleal.
Si bien los resultados de esta investigación se darán a conocer en noviembre de 2024, los primeros avances ya han hecho que diversos países acuerden ciertas acciones con las que pretenden poner freno a la entrada masiva de marcas y sus autos chinos al menos al continente europeo.
Esta primera acción estipula que a partir del próximo mes de julio, todos los autos eléctricos que lleguen de China a Europa reciban un nuevo arancel del 20% sobre el valor del vehículo reduciendo su ventaja de precio.
Acorde a los primeros avances de la investigación, el gobierno chino apoyaría a estas marcas a través de exenciones o grandes descuentos de impuestos sobre bienes y servicios que las marcas emplean para la producción de sus autos. En otros casos, el gobierno daría dinero directamente a las automotrices o bien les proporcionaría instalaciones para llevar a cabo sus actividades, permitiendo fuertes reducciones de costos.
Si bien la Unión Europea ya anunció la aprobación del impuesto del 20% sobre los autos nuevos que lleguen a territorio europeo a partir del verano boreal de este año, también se está analizando hacer retroactivo al impuesto.
El impuesto retroactivo suena como una medida extremadamente agresiva, no solo para las marcas, también para los dueños de aquellos autos. Si la Unión Europea no quiere causar un enorme descontento entre los ciudadanos de los países que la conforman, el impuesto retroactivo debería ir a parar directamente a las marcas, a las agencias o a los importadores. Aunque en este tipo de situaciones no se descarta que el propio dueño del auto salga afectado.
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Con información de: Motor.es
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