Las ediciones especiales son el pretexto para dejar volar la imaginación y de paso estrechar lazos comerciales que, a veces, suelen ser de lo más curioso y hasta exótico, como la historia de un Mazda muy tierno, cuyo principal atractivo eran las llantas inspiradas en los ositos de goma de Haribo.
¿Te acordás haber visto en los 90s llantas de oso? Para encontrar al culpable de esta moda tenemos que viajar hasta 1991, cuando se presentó el Mazda 121 Goldy Limited Edition, que nació gracias a un acuerdo entre la empresa de Hiroshima y Haribo.
El punto de partida para esta edición especial fue el Mazda 121 con techo de lona que, pese a sus reducidas dimensiones, era muy amplio, al mismo tiempo que se había ganado el favor del público gracias a su carismático diseño. De ahí, el que fuera elegido.
Para trasladar la esencia de los Gold Bears de Haribo, se recurrió a Hofele Design, preparador especializado en modificar autos alemanes, que se decantó por un tono de pintura dorado para la carrocería y sumó elementos como un volante Momo, una cortinilla trasera y las características llantas con la forma del osito. Además, cada auto venía con 100 paquetes de Haribo Gold Bears y un osito de peluche. Sólo se fabricaron 1.000 unidades de forma exclusiva para Alemania, Austria y Suiza.
En lo mecánico no hubo cambios con un cuatro cilindros de 1.3 litros y 72 CV, que recurría a una transmisión manual de cinco cambios para un 0 a 100 km/h en 11.4 segundos y una máxima de 155 kilómetros por hora.
