Jaguar Land Rover (JLR) se asoció con Allye Energy, para crear un sistema estacionario de almacenamiento de energía a partir de baterías recicladas de sus híbridos enchufables.
Esta batería portátil fue denominada Max Bess (Battery Energy Storage System), y gracias a ella, los acumuladores de los Range Rover y Range Rover Sport híbridos enchufables tendrán una segunda vida, ya que cuando su estado cae por debajo de los requisitos para un vehículo (capacidad residual entre 70 y 80%), se retiran y son colocadas en este remolque.
Max Bess: powerbank para autos
Cada Max Bess está integrado por siete baterías provenientes de los PHEV del Grupo, por lo que puede almacenar hasta 270 kWh, cantidad suficiente para alimentar una casa durante casi un mes o un vehículo eléctrico / híbrido enchufable.
A pesar de que esta batería es “portátil” casi alcanza 3,5 toneladas, por lo que se puede remolcar utilizando un vehículo adecuado, de hecho, los ingenieros de JLR están aprovechando la puesta a punto del Range Rover Electric para probar la Max Bess, suministrándole energía durante las pruebas del futuro todoterreno eléctrico.
Cuando ya no sirvan como baterías estacionarias, JLR reciclará las materias primas para poder reutilizarlas. Si te preguntás cómo se recarga, la respuesta es sencilla, puede conectarse a varias fuentes de eléctricidad, ya sean de la red convencional u otras procedencias.
JLR estima que las cadenas de valor de las baterías crecerán a razón de un 30% anual entre 2022 y 2030, hasta alcanzar un valor de más de 400.000 millones de dólares. También, prevé que las baterías de segunda vida para aplicaciones estacionarias superen los 200 GWh anuales para 2030.