La larga historia de los autos nos permite definir ciertos vehículos icónicos de cada país, por ejemplo: si hablamos de Alemania, seguro que se te venga a la mente algun VW como el Escarabajo, el Golf o el Porsche 911, o en el caso de Estados Unidos, los Muscle Cars como los Mustang, Camaro o Challenger, pero ¿y Japón?
Japón es ampliamente conocido por la cultura de los autos JDM (Japanese Domestic Market), y si bien hay muchos referentes como los Toyota Supra, Lexus LFA o Honda NSX, uno de los más conocidos y codiciados a nivel mundial es el Nissan Skyline GT-R, especialmente el de la generación "R34".
Nissan Skyline: el titán tecnológico japonés
A fines de los 80 y durante la década del 90, Japón vivió una revolución tecnológica dentro de la industria automotriz, ya que los principales fabricantes crearon toda una serie de autos de última generación con elementos innovadores para la época, como tableros digitales, sistemas de tracción AWD sumamente complejos, aerodinámica activa (principalmente en el Mitsubishi 3000GT) y hasta ejes traseros direccionables. Sí, décadas antes de que se volvieran un estándar en las marcas de lujo de hoy.
Uno de los autos que comenzó esa tendencia fue justamente el Nissan Skyline GT-R, que desde la generación R32, es decir, dos previas al R34, ya contaba con algunos de estos avances. Una de las innovaciones era el sistema de tracción ATTESA E-TS que por sus siglas significa (respirá hondo antes de leer): "Sistema de Ingeniería de Tracción Total Avanzada para todo terreno con División Electrónica de Torque". Esta tracción finalmente fue todo un emblema de los GT-R, al igual que la incorporación del legendario motor biturbo de seis cilindros en línea RB26DETT, de 2.6 L.
Además de sus logros a nivel técnico, otro de los factores que popularizó a estos modelos en todo el mundo fueron los videojuegos, más específicamente, el Gran Turismo, un juego japonés de Playstation que tenía entre sus modelos más llamativos y casi como "protagonistas" a los Nissan Skyline GT-R.
Como si la tecnología, el motor y los videojuegos fueran poco, lo que terminó de hacer famoso al Skyline GT-R R34 fue el boom en la cultura del tuning que generó Rápidos y Furiosos, especialmente tras la aparición de un R34 ampliamente modificado y de color gris con franjas azules, que era el auto de Brian O´Conner (Paul Walker), protagonista de la segunda entrega de la saga.
Obviamente, la utilización de este R34 fue un "viaje de ida" para Nissan a nivel mediático, y rápidamente se conoció que tanto la plataforma como el motor podrían recibir muchas mejoras y soportarlas, pudiendo duplicar o triplicar la potencia que normalmente tendría este auto.
Además, a pesar de ser algo pesado, su sistema de tracción y el sistema HICAS, es decir, eje trasero direccionable, le ayudaban a tener una estabilidad muy buena para seguirle el paso (e incluso superar) a modelos deportivos de Italia, Alemania y otros países.
El motor biturbo de seis cilindros en línea y 2.6 producía "280 CV", y lo ponemos entre comillas porque había un “pacto de caballeros” entre las marcas japonesas para no producir autos increíblemente potentes, y es sabido que sus rivales de la época (Toyota Supra, Mazda RX-7, Mitsubishi Lancer EVO, entre otros) superaban los 300 CV sin problema en los bancos de pruebas. La transmisión era manual de seis relaciones y como te dijimos, la tracción era la integral "ATTESA"
El Skyline también contaba con suspensión independiente de corte deportivo en ambos ejes, frenos de alto desempeño y un peso de 1.560 kg. El 0 a 100 km/h lo hacía en 5,4 segundos y su velocidad máxima era de 250 km/h, pero si se le sacaba el limitador podía llegar hasta 268 km/h.
A grandes rasgos, desde la generación R32 y hasta el R34, el Nissan Skyline GT-R marcó su nombre en la historia, gracias a su tecnología, diseño, soluciones aerodinámicas, y obviamente a la cultura del tuning, los videojuegos y hasta el cine, y a día de hoy muchos creen que es "el mejor JDM de la historia", peleando contra el Toyota Supra y el Honda NSX.
Test Drive Nissan Frontier