Vendé tu auto
Novedades

Autos Clásicos de Argentina: FIAT 600

Por los 125 años de la marca italiana, te contamos la historia de su primer vehículo hecho en Argentina.

Autos Clásicos de Argentina: FIAT 600

La historia automotriz está repleta de íconos a lo largo de su historia, pero pocos son tan respetados y queridos como los FIAT 600, también llamados “Fitito” o "Bolita", un auto muy particular y curioso. Como la marca está cumpliendo 125 años, te contamos la historia de su primer auto hecho en Argentina.

FIAT 600: origen y llegada a Argentina

La historia del FIAT 600 se puede remontar a la década del 40, ya que luego de la Segunda Guerra Mundial, marcas como Citroën o Volkswagen aparecieron con propuestas interesantes como el 2CV y el Escarabajo, respectivamente, que tenían las características de ser compactos, baratos y fáciles de mantener. FIAT respondió con el Topolino, pero para mediados de los 50, pusieron en marcha el “Proyecto 100” para reemplazarlo.

Oreste Lardone, Jefe de Diseño de FIAT, desarrolló un auto pequeño con motor trasero refrigerado por aire, que se incendió en la primera prueba, lo que provocó que el ejecutivo renunciara a su cargo, para ser sucedido por Dante Giacosa, quien propuso nuevamente un producto con motor trasero, pero esta vez refrigerado por agua, y pudo convencer a la familia Agnelli.

El 10 de marzo de 1955, debutó la primera versión del FIAT 600 en el Salón de Ginebra, un vehículo compacto con forma de “bolita” (así fue apodado en Argentina), que tenía la particularidad de seguir un concepto “todo atrás”, ofreciendo un motor trasero que permitía tener más habitabilidad, y un baúl delantero.

El 600 llegó a Argentina a partir de 1958, en principio como un modelo importado desde Italia, pero en 1960, luego de una inversión de 4,5 millones de dólares, se comenzó a producir en la Planta de Caseros. La primera unidad fabricada fue un 600 de color gris claro, que se convirtió en el primer auto de FIAT producido en Argentina. Ahora sí, te resumimos las variantes del “Fitito” en Argentina.

FIAT 600: breve línea del tiempo de las variantes

La primera variante del 600 que se ofreció en Argentina era idéntica al modelo ofrecido en Italia, con su diseño redondeado, las molduras cromadas y un detalle muy interesante: tenía puertas suicidas, es decir, se abrían “en contra del viento”. El motor en la parte trasera permitía que el 600 tuviera un baúl delantero, pero este no era de grandes dimensiones porque ahí estaban la rueda de auxilio y el tanque de combustible de 27 L.

Las primeras unidades usaban una mayoría de piezas italianas, pero a medida que fueron pasando los años, la integración nacional se fue haciendo mayor, gracias a los proveedores locales y a la compra de un predio de 240 hectáreas en El Palomar. Durante toda la trayectoria del Fitito en Argentina, los motores y las transmisiones fueron producidos en la actual planta de Ferreyra, en Córdoba.

En principio, el 600 debutó en argentina con un motor de 633 cc que ofrecía 28CV, pero en 1962 debutó el 600 D, que tenía un impulsor de 767 cc y 32 CV.

En 1965, con el lanzamiento del 600 E, se produjo uno de los cambios más grandes del modelo: se dejaron de lado las puertas suicidas y se adoptaron unas convencionales, con apertura hacia el pilar B. El motor era el mismo que el del 600 D. En 1968, se lanzó una renovación del 600 E, sin cambios de nombre, que retocaba principalmente los paragolpes, que pasaron a tener un diseño más redondeado y menos prominente.

En 1970, aparece el 600 R, que tenía un motor de 797 cc y 36 CV, y dejaba de lado casi todo tipo de molduras cromadas, y adoptaba unas llantas de diseño convencional, sin tazas tapa bulones. Para 1976, se alcanzó el hito de 250.000 unidades fabricadas de un mismo modelo (el 600 en general), lo que significó un récord para la época.

La última variante del 600 producida en Argentina fue la “S”, que contaba con un motor de 843 cc, el mismo que usaba el FIAT 133, pero con una relación de compresión menor para no igualar la potencia (el 600 S tenía 32 CV y el 133 tenía 40 CV). A principios de los 80s, y ya acercándose a su final de producción, el 600 S sumó colores metálicos, un elemento que se veía en los modelos más caros de la marca.

El 600 fue discontinuado en Argentina en 1982, luego de 22 años y cinco entregas (sin contar actualizaciones dentro de cada una), y se produjeron más de 300.000 unidades en nuestro país.

Actualmente, se pueden ver muchos “Fititos” circulando por nuestras calles, y los argentinos supimos darle todo tipo de usos: desde vehículo de colección, para viajes, uso urbano e incluso son utilizados en algunas categorías zonales de automovilismo o preparados para cuarto de milla.

Sin dudas, el Fitito es un ícono de la industria argentina, que incluso ya tiene su propio museo en Tres de Febrero, y se ha ganado el corazón de los argentinos a lo largo de su historia.

Test Abarth 595 Turismo

Juan Ignacio Gaona recomienda