La historia de la industria automotriz en Argentina es bastante extensa y pudimos ver ejemplares insólitos que fueron hechos en nuestro país, como el Porsche-TERAM Puntero, pero también hubo otras creaciones destacadas como los fuera de serie de Tulio Crespi, principalmente las Tulia GT y Tulieta GT.
A continuación, te contamos la peculiar historia de Tulio Crespi, los modelos que produjo y uno de los hitos más representativos para la industria argentina.
El origen de los fuera de serie de Tulio Crespi
Antes de empezar a hablar de los vehículos de calle fabricados por Tulio Crespi, hay que aclarar que un fuera de serie es un vehículo basado en otro, pero rediseñado y “armado fuera de fábrica”, y veremos que en el caso de los modelos de Crespi, se tomaron como base los Renault Torino y R4S.
La creación del primer vehículo de calle de Tulio Crespi llegó literalmente por accidente, ya que el por ese entonces piloto de TC, Nasif Estefano tuvo un fuerte choque en el Autódromo de Buenos Aires, y encargó que llevaran su Torino al taller de Crespi, que se encargaba de preparar vehículos de competición.
El piloto pidió que se remodelara el Torino, siempre y cuando respetara el reglamento establecido por el Turismo Carretera, y así fue como nació el Petiso. Este modelo contaba con muchas modificaciones para mejorar su rendimiento y distribución de peso, por ejemplo, el motor, la caja y el torpedo fueron desplazados 30 cm para atrás, además de que se recortó el voladizo trasero y se retocó la caída del techo, dándole un “remate fastback”, y la altura se rebajó para dejarlo a 12 cm del suelo.
Tulia: el primer vehículo de calle de Tulio Crespi
Luego del excelente resultado y la buena recepción que había tenido el Petiso, Renault decidió darle tres carrocerías del Torino a Tulio Crespi, de los cuales el diseñador retocó solo dos, hasta que la ACTC cambió el reglamento, diciendo que los autos tendrían que volver a las formas originales, a excepción de la trompa
Según algunas declaraciones de Crespi en entrevistas, un día estaba mirando la carrocería que le quedaba y dijo “Con esto me voy a armar un deportivo para calle”, y así fue como nació la Tulia GT, que tomaba como base el Torino, pero era una remodelación completa, y se mantenían solo algunas partes como las puertas y el parabrisas; el resto era completamente nuevo.
La primera unidad de calle tiene dos peculiaridades: la primera es que no tenía un motor de Torino, sino que contaba con uno de Ford Falcon, ya que IKA-Renault sólo le había dado la carrocería y no el impulsor.
La otra curiosidad de la Tulia GT es que fue presentada en la Exposición Ganadera de La Rural en 1969, y si bien en ese entonces un stand era muy caro, Crespi consiguió uno en el que apenas entraba el auto. Finalmente, el revuelo que generó su vehículo fue tanto que hasta lo visitó el Presidente de La Rural y le otorgó un espacio enorme para los años siguientes (y de manera gratuita).
En términos de diseño, la Tulia GT tomaba inspiración en un Maserati Ghibli que Crespi había visto en un viaje a Europa, y se destacaban elementos como la trompa alargada, la parrilla baja que ocupaba casi todo el ancho del vehículo y la silueta de tipo “fastback” (aunque el modelo italiano era más estilizado y menos “recto”). No hay que olvidarse de las luces pop-up, uno de los elementos de diseño más interesantes y que en esos años seguramente fueron muy innovadoras e impresionantes.
Luego de la presentación del prototipo, Crespi comenzó a recibir pedidos y empezó a construir la Tulia GT, pero con motor 3.8 de 132 CV del Torino, y podía llegar a 200 km/h. Crespi también ofreció una variante potenciada que lograba 155 CV gracias a un carburador Weber y un múltiple Macagno, y se aumentaba la velocidad máxima a 230 km/h. Se rumorea que solo se fabricaron 40 unidades de las Tulia GT.
Los Tulieta GT Coupé y Convertible
Luego de la Tulia GT, Crespi tomó como base el Renault 4S (uno de los pocos vehículos nacionales con chasis en esa época) y se propuso crear un nuevo vehículo deportivo, así que diseñó dos carrocerías en Plástico Reforzado con Fibra de Vidrio, ambas con líneas muy atractivas y en siluetas coupé y convertible, y así nacieron las Tulieta GT.
Las Tulieta GT Coupé y Convertible fueron presentadas en 1972, y tenían un aspecto muy distintivo y similar a lo que se veía en los modelos europeos, siguiendo con los rasgos de la Tulia, pero con un look más deportivo.
Los dos motores que usaban las Tulieta GT eran derivados de Renault: la versión base utilizaba un 1.020 cc del R4 que le permitía alcanzar los 150 km/h, mientras que las más potentes usaban un 1.300 cc del R12, con el que podían llegar a 180 km/h.
Finalmente, Crespi fabricó alrededor de 55 unidades de los Tulieta GT, pero lo más importante de la historia de ambos modelos es que fueron reconocidos a nivel mundial y por Juan Manuel Fangio.
Los autos argentinos en el Salón de París y la relación con Fangio
Si hasta ahora la historia de los Crespi no te parece impresionante, lo más destacado es que fueron expuestos en el Salón del Automóvil de París en 1975, luego de varias invitaciones.
Crespi había rechazado las invitaciones anteriores porque estaba “lejos de sus posibilidades”, pero en 1975 viajó a Francia y cuando decidió ver de qué se trataba, le dijeron que ya no había más lugar. A las pocas semanas, le informaron que Lotus no llegaba al Salón, y lo invitaron a participar.
Tulio le había entregado una Tulieta a Cocho Lopez y una Tulia GT a otro cliente unos días antes, y les pidió si podía llevar sus autos a Francia, y ambos accedieron. Crespi llevó ambos autos a Francia gracias a un avión Hércules que viajaba a Inglaterra (y tuvo que desviarse para llevarlos).
Tulio contó en diversas entrevistas que tuvo dos momentos importantes en el Salón de París: el primero fue que, al tercer día de la muestra, encontró a cuatro directivos de Ferrari sentados en la Tulieta, y lo felicitaron por el diseño y las terminaciones. Además, la Tulieta ganó el premio del diseño ese año.
El otro suceso que pasó en el Salón de París fue la presencia de Juan Manuel Fangio, amigo de Crespi, que pasó a visitarlo, y los organizadores le prepararon una alfombra roja y un cordón policial desde la entrada hasta el stand. Tulio afirma que la admiración que despertaba el piloto era increíble, y que el stand se llenó de gente gracias a su presencia.
Qué pasó con estos modelos
Tulio Crespi con todas sus creaciones en aquella época - Foto: Archivo de Autos
Si bien todo indicaba que Crespi se encaminaba hacia el éxito mundial luego de un buen debut tanto a nivel nacional como en el Salón de París, la economía argentina no estaba en el mejor momento, el valor del dólar subió mucho y Tulio tuvo que rechazar todos los pedidos.
Finalmente, Tulio fue invitado a una reunión con Renault Argentina en Buenos Aires (por una orden de Renault Francia), y le pidieron que llevara una Tulieta GT. El vicepresidente de la marca revisó todos los puntos del auto y le hicieron muchas preguntas, y afirmaron que era el vehículo que Vefra (la división de autos especiales de Renault Argentina) necesitaba, como reemplazo del R12 Alpine.
Luego de la propuesta de Renault, Crespi debía fabricar 60 Tulietas por año, y luego de una recomendación de Fangio, abrió una planta en Balcarce, pero según sus palabras: “El gobierno abrió las importaciones, Martínez de Hoz hundió la economía argentina, y Vefra cerró el proyecto sin haber hecho ni una Tulieta 0km en Balcarce”.
Lamentablemente, ese es el final de la historia de los fuera de serie de Crespi, quien se siguió dedicando a la fabricación y preparación de vehículos de competición, además de un vehículo de tipo playero y un utilitario chico tipo pick-up; pero quién sabe qué hubiera pasado si el contexto económico hubiera sido diferente.
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