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Autos clásicos

Autos Clásicos de Argentina: Porsche-TERAM Puntero

El único modelo de la marca de Stuttgart desarrollado y fabricado fuera de Alemania es argentino, y te contamos su historia.

Autos Clásicos de Argentina: Porsche-TERAM Puntero

Seguramente hayas entrado a esta nota pensando que te estabamos engañando, pero dejame decirte que lo que leíste hasta ahora es real: tuvimos un Porsche hecho y desarrollado en Argentina, y su historia es más única de lo que pensás, ya que fue el único modelo de la marca producido bajo licencia fuera de Alemania.

A continuación, te contamos la historia del Porsche hecho en Argentina y todas sus curiosidades.

El origen del Porsche hecho en Argentina

El increíble suceso del Porsche fabricado en Argentina se dio gracias a TERAM (Talleres Especializados Reparaciones Autos y Motores), quienes fueron representantes de la marca alemana por diez años en nuestro país (1953-1963) y gracias a ellos tuvimos modelos como los 356 y algunos 550, ya que eran los encargados de comercializarlos en nuestro territorio.

Para mediados de la década de 1950, TERAM comenzó a diseñar y desarrollar un vehículo deportivo con mecánica Porsche, ya que habían adquirido los 144 IAME Justicialista que habían quedado incompletos, y debido al mal momento que transitaba la marca alemana, estos aceptaron que se produjera utilizando su nombre..

Para fabricar este deportivo, se utilizaron, entre otras cosas, los motores, transmisiones, suspensiones y dirección de Porsche, y luego de unos años de desarrollo, nació el Porsche-TERAM Puntero.

Cómo era el Porsche-TERAM Puntero

Si bien el deportivo se basaba en el Justicialista, el gobierno de facto quería eliminar muchas creaciones del peronismo, incluidos los IAME Justicialista, pero finalmente TERAM llegó a un acuerdo con la empresa y compró los 144 vehículos que nunca completaron su producción (recordemos que se construyeron solo 162 Justicialistas), y la única condición era que debían adoptarle un cambio de imagen para que no se reconociera.

La idea era que el modelo se pareciera al Porsche 356, por lo que el chasis se tuvo que reforzar y modificar para poder alojar el motor en la parte trasera, además de que la carrocería fue extremadamente retocada (y fabricada localmente en fibra de vidrio) para alejarla lo más posible de lo que fue el deportivo peronista, aunque algún que otro rasgo se mantenía, obvio.

Estéticamente, el Porsche-TERAM Puntero contaba con un frente muy parecido al del 356, con elementos como las luces redondas y los guardabarros abultados, aunque era mucho más largo y contaba con un capot más alto, que no caía tanto como en el deportivo alemán. La diferencia más evidente estaba a partir del parabrisas, ya que la silueta era otra: mientras el Porsche 356 tenía una caída de techo tipo “fastback” o coupé, el Puntero tenía un voladizo trasero largo, donde se alojaba el motor debajo de una tapa.

En términos mecánicos, los motores que usaba el Porsche-TERAM Puntero provenían de la marca alemana, y ambos eran de cuatro cilindros, y podían ser un 1.5 L de 56 CV o dos 1.6 L, el más potente con 102 CV gracias a algunas mejoras. En términos de prestaciones, la variante menos potente podía alcanzar los 155 km/h, mientras que el más capaz podía llegar a 170 km/h.

Otro de los aspectos destacados del Porsche-TERAM Puntero es que el interior era de la marca alemana, por lo que se destacaba una mejor calidad de materiales y un estilo distintivo, además de que había rasgos de la prestigiosa marca en el habitáculo de un auto hecho en Argentina.

El fin del Porsche-TERAM Puntero

Como era de esperar, el Porsche-TERAM Puntero tuvo una producción limitada en nuestro país, ya que el un proyecto abarcaría sólo 144 unidades, y se comercializó entre 1958 y 1963. Seguramente te imaginarás que ver uno de estos vehículos es muy difícil, y estás en lo cierto, ya que se desconoce el paradero de muchas de las unidades y seguro que la mayoría forme parte de colecciones privadas, aunque de vez en cuando sale alguna para las exposiciones de clásicos.

Por último, como dato curioso, Ferry Porsche (hijo de Ferdinand) apodó a este modelo como “Indianer Porsche”, es decir “Porsche indio”, por lo que no solo tuvo la aprobación de la marca alemana, sino que también se ganó un sobrenombre especial.

¿Conocías la historia del Porsche argentino?

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