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Autos clásicos

Volkswagen hizo el primer BMW M5 de 10 cilindros

Fue una mula de desarrollo para un curioso motor experimental W10 de Volkswagen que usó el mismísimo Ferdinand Piech para ir a su oficina.

Volkswagen hizo el primer BMW M5 de 10 cilindros

Aunque los más jóvenes no lo crean, hubo un tiempo donde la preocupación de muchos CEOs e ingenieros no era cumplir con la norma Euro de turno y la digitalización era una herramienta y no la anulación de botones o perillas. Las marcas buscaban destacarse en base a performance, calidad y valor agregado y Ferdinand Piëch, nieto de Ferdinand Porsche, lo tenía muy claro

Piëch fue un ingeniero de excelencia y decir que alcanzó el control del Grupo Volkswagen solo por sus vínculos familiares, sería un enorme agravio a su relevancia industrial. Ferdinand fue quien impulsó a Volkswagen y Audi hacia fronteras más premium, sin contar que fue quien autorizó la absorción de Bentley y de Lamborghini, y la refundación de Bugatti, entre muchas otras cosas.

Motores en W

La doctora Sabine Willeke fue contratada por Piëch para el desarrollo de estos raros motores.

Dentro de sus muchísimos proyectos de ese Grupo Volkswagen estuvo el desarrollo de motores en W que comenzó a partir del diseño del bloque VR6. El objetivo era meter la mayor cantidad de cilindros en el menor espacio posible, ideal para propulsar los nuevos modelos de Bentley y Bugatti. De todos los motores en W que se fabricaron, solo unos pocos sobrevivieron y fueron viables para la producción en serie.

El diseño del VR6, por su ángulo muy agudo, permitía que los seis cilindros compartieran la misma tapa y al unirlos al mismo cigueñal terminaba siendo un W12, el motor que se usó en autos como los Volkswagen Phaeton, Audi A8 y algunos Bentley. Además, con un sistema BiTurbo la potencia de este compacto doce cilindros podía escalar con facilidad hasta los 700 caballos.

Volkswagen también diseñó un W8, que tuvo corta vida y se montó en algunos Passat que hoy son objeto de colección. La joya de la corona es el W16 hecho exclusivamente para Bugatti. Como se darán cuenta, falta un numero entre estos motores: el W10.

El W10 que no fue

El W10 se armó con una variante del VR6, el VR5 y como Piëch quería que fuera un motor de alta potencia, necesitaba probarlo en un auto acorde. Tristemente el Grupo VAG no tenía un modelo que sirviera para probar al nuevo motor, así que recurrieron a la competencia. Como Piëch lograba lo que quería, sin importar el costo, el auto elegido fue un BMW M5 (E39), porque era firme de estructura y tenía una caja manual robusta.

La mula de desarrollo fue fabricada casi como un auto de producción, en lugar de esos autos experimentales que se mutilan para hacer estos proyectos. El resultado es endiablado e irónicamente precede al BMW M5 con motor V10 que se empleó en la generación siguiente.

En el dinamómetro, el W10 de Volkswagen marcó 500 CV y 550 Nm de torque y el auto era tan adictivo que se dice que Ferdinand Piëch lo usaba a diario para ir a la oficina.

Según se sabe, se fabricaron tres W10 y solo se conoce públicamente de dos motores, uno de exhibición con piezas desarmadas y el otro que fue descubierto en este auto y que además, para hacer más épica su aparición, está a la venta, sin valor público, en GDM Motors. 

Los colegas de The Drive pudieron acceder a este modelo, manejarlo, analizarlo y hacerlo público en un video que te dejamos más abajo.

¿Por qué Volkswagen le puso un motor W10 de 500 CV a este BMW M5? (Lo probamos)

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