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Test Drive Renault Kwid: mejoras y deudas de la renovación

¿Vale la pena comprar el 0km más barato de Argentina? Lo analiza Hernando Calaza en esta prueba de manejo.

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Luego de irse del mercado en 2012 cuándo recibía su renovación en Brasil, desde donde viene al país, el Renault Kwid entró en una segunda etapa en Argentina y volvió como el 0km más barato del país.

Más allá del rediseño estético, el pequeño urbano (segmento A) del rombo, solucionó en algunos problemas clave, pero aún debe otras mejoras. ¿Vale la pena comprarlo? Vamos a analizarlo en este Test Drive al renovado Renault Kwid.

Renault Kwid: diseño a la moda

Como no se cambia la plataforma, los rediseños se centran en los extremos del auto, y el Kwid no es la excepción.

En el frente, Renault vistió a la moda a su chiquitín, recurriendo al nuevo estilo global de los crossovers que consta en separar las DRL del faro principal. Al igual que como vimos en el hermano eléctrico, eKwid, arriba quedan las luces diurnas, que son LED, y las de giro, que son “tradicionales”. Lo mismo pasa más abajo con los faros principales.

Completa el frente un  nuevo paragolpes con mucho plástico negro, incluyendo la parrilla con el mega, híper, súper, plus, ultra, grande escudo de la marca que se incrusta en el capot. Las llantas conservan los tres bulones, pero adoptan un buen diseño para las ruedas 165/70 R14.

En la retaguardia hay sutiles retoques, cambiando la gráfica de las luces, el paragolpes que incluye dos ojos de gato en los laterales y el botón para la apertura del portón que ahora es eléctrica.

Rematan todo la pintura bi tono de la carrocería con el techo en negro y siguen los gruesos protectores plásticos de guardabarros que aportan a la imaginería off-road junto con el despeje elevado y el formato “cuadradito” de la carrocería.

Una mejora fundamental y más cambios en el interior

En la cabina del Kwidsito se mantiene casi todo inalterado, pero con algunos cambios. Los asientos con cabezal incorporado tienen nuevo tapizados con cuerina, además de secciones y costuras en azul, pero lo más interesante está en la pantalla central.

El equipo multimedia pasa a medir 8”, tiene compatibilidad con los teléfonos de la manzana y del androide, y conserva los mismos menús, pero las novedades sustanciales están fuera de la pantalla.

Finalmente el rombo sacó el USB de arriba del equipo multimedia, así que el cable no va a pasar más por el medio de la pantalla, y además puso una perilla de volumen. Increíble como con tan poco se puede mejorar tanto la experiencia de uso.

La última gran novedad es el cuadro de instrumentos que sigue el estilo pseudo digital del Kwid a baterías con tacómetro por franjas, y velocímetro en display. En el debe, aún se cambian las “páginas” de la computadora con un botón en el instrumental, pero no hay que dejar de valorar que hay indicador de temperatura de agua (tres niveles, pero a la vista) y varios testigos más.

Respecto del resto, los plásticos son duros, firmes y al tener pocas uniones se siente bien armado, los controles de las ventanillas siguen en el centro, y hay varios tira cosas.

Equipamiento y seguridad en el renovado Renault Kwid

Justo cuando terminamos de probar esta unidad, Renault presentó un recambio de gama con nueva variante y sutiles cambios de equipamiento que podés ver en el Catálogo de Autocosmos. Básicamente las novedades suman parlantes en las puertas traseras y cambian la toma de 12V por un puerto USB C.

El resto del interior es simple, austero y en consonancia con el precio del Kwid, ventanillas delanteras y espejos eléctricos, cierre central, aire acondicionado y cuatro airbags, que lo desmarca de varios modelos más grandes y caros.

Hay una novedad más, al menos respecto del primer Kwid que vino a Argentina y que probé hace unos cuantos años, y es que están los tres apoyacabezas traseros y también el cinturón de tres puntos central. No mencioné al ESP porque es obligatorio en Argentina.

Asientos traseros, baúl y rueda de auxilio en el Kwid

Pedirle mucho espacio en las plazas traseras a un modelo del segmento A es como pedirle peras al olmo. En este caso, el techo alto habilita suficiente espacio para piernas y cabeza de una persona de 1,75m detrás de otra, pero si llevás el asiento delantero hasta atrás de todo, el que vaya atrás deberá prescindir de llevar sus piernas.

El baúl del Kwid es relativamente amplio respecto de sus pequeñas medidas exteriores, el respaldo trasero se puede plagar, aunque no queda ni al ras, ni está partido. Finalmente, debajo del piso hay una rueda de auxilio de igual medida que las exteriores.

Comportamiento dinámico en el renovado Kwid

En teoría nada ha cambiando en el Renolcito, se mantiene el mismo grupo motor caja con el

  • Tres cilindros
  • 1.0L 12V cadenero
  • 66 CV y 93 Nm

Si bien la potencia es acotada, un peso final que no llega a los 900 kilos y una transmisión con circo relaciones cortas te dan buena solvencia en el tránsito, aunque a costa de tener que mover todo el tiempo la palanca de cambios.

A 120 km/h reales (125 de velocímetro) viaja con va en torno de las 4.000 rpm, pero está -dentro de todo- bien insonorizado, salvo que haya viento. La novedad acá, y muy positiva, es que antes se sentía inestable y te pedía permanentes microcorrecciones con el volante y ahora ya no es estresante salir a la ruta con el Kwid.

¿Son todas buenas noticias? No, sigue cometiendo dos pecados mortales para mi gusto, el motor se tiende a apagar si soltás rápido el embrague y si vas muy lento, por ejemplo, buscando estacionamiento, puede corcovear, atentando contra el confort y la paz.

Otra buena noticia, antes el tren trasero era áspero y hacía un ruido a chapa cuando pasabas algo alto, ahora es más suave y no hace sonidos extraños. Finalmente, hay que ser muy mal intencionado para lograr que el Kwid bese el asfalto, aún en nuestra accidentada topografía urbana.

¿Las prestaciones y consumos? Vamos

Recuperación 80-120 km/h en el Renault Kwid

  • En 5º: 21 segundos
  • En 4º: 15,5 segundos
  • En 3º: 13,5 segundos

Consumos Renault Kwid

  • Urbano: 9,3 L/100 km
  • A 120 km/h: 6,3 L/100 km
  • Tanque de combustible: 38 litros

Conclusiones en el Test del Renault Kwid

Como digo en el video del Test publicado en nuestro Canal de YT, es fácil pegarle a un auto de tan bajo precio, porque obviamente va a tener muchas falencias; el Kwid las tiene, y conserva algunas de las que critiqué en la primera entrega, sin embargo, retocó cosas fundamentales como la estabilidad en ruta, el trabajo del tren trasero, y haber sacado el puerto USB de ese lugar tan molesto.

Quedan muchas cosas por mejorar, pero dentro de todo, el Kwid tiene espacio, gasta poco, y si bien es modesto, cubre los básicos y se desplaza con suficiente soltura para un auto del segmento A low cost.

¿Alcanza? ¿Vale la pena comprarlo? Yo te dejo mi análisis y mediciones, vos sos el que tiene que tomar esa decisión.

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