
En esta era llena de SUVs, crossovers y aventureros, Kia apostó por los formatos tradicionales con su nueva generación para el segmento B, trayendo al nuevo K3 desde México en variante hatchback (llamada Cross) que probamos recientemente, y esta sedán, que analizamos en esta prueba de manejo.
Al ser igual al hatchback, vamos a hacer un repaso rápido del modelo y centrarnos en el principal cambio, el tercer volumen, o baúl y de paso analizaremos si el formato fastback, o con portón, no es mejor que el del clásico sedán.
Kia K3 Sedán Vs. Cross
Usando el Comparador de Autocosmos vemos que el K3 sedán repite todas las medidas del cinco puertas, incluyendo la distancia entre ejes, pero es 230 mm más largo, y todo eso va directo al área de carga alcanzando unos jugosos 544 litros, 154 más que en el hatchback.
El resultado es impresionante, pero tiene dos contras, la primera es estacionarlo, ya que el Kia K3 Sedán necesita un buen espacio con sus 4.545 mm de largo. Pero aprovechemos que somos el único medio del país que mide los baules para ver de cuánto hablamos.
Medidas baúl Kia K3 Sedán (Vs. Cross)
- Largo: 1 m (Vs. 75 cm)
- Larco con respaldos reclinados: 1,95 m (
- Ancho entre guardabarros: 1,04 m (idem)
- Ancho: 1,40 m (idem)
- Ancho en boca de carga: 1m (Vs. 99 cm)
- Alto en boca: 55 cm (78,5 cm)
Diseño Kia K3 sedán
Dije que eran dos las contras que tenía el baúl al ser un sedán, y a segunda tiene que ver con el diseño. Al tener un pilar C muy inclinado, la boca de acceso es chica. Si el K3 Sedán tuviera un portón como sucedía en los Sierra y Laguna, o actualmente con los Arkana y (FIAT) Fastback, sería mucho más aprovechable.
Concentrándonos en la estética, está muy logrado, desde el nuevo frente y laterales, que comparte con el Cross, hasta el baúl, con ese lateral que parece continuar la línea del techo.
Entre lo más interesante está el decorado metalizado que marca el inicio del tercer volumen, pero también la trompa ancha con los bigotes LED y los colmillos color carrocería que enmarcan la entrada de aire inferior de formato rectangular.
Un dato curioso es que, pese a ser un sedán convencional, la marca decidió darle cierta cercanía a la imaginería off-road con los protectores negros que revisten todo el perímetro inferior del K3 Sedán y que en los laterales sirven para marcar una cintura que aligera su silueta.
Kia K3 Sedán por dentro
La unidad probada corresponde al nivel de equipamiento GT-Line, el mismo que probamos en el Cross, y lamentablemente el único disponible para pruebas, que es 99% igual en diseño y equipamiento.
Para los que no leyeron el test al K3 hatch hacemos un repaso rápido: el diseño es moderno y elegante, con decorados que apoyan esa sensación. Los plásticos son los esperables para un modelo del segmento B, duros al tacto, pero de buena calidad percibida y alta precisión en sus uniones.
Las cosas que más llaman la atención son el volante de dos radios con biselado metalizado y unas cachas azuladas, los tapizados en cuerina blanca y tela resistente, y obviamente la doble pantalla en forma de IMAX.
Pantallas, equipamiento y seguridad en el Kia K3 Sedán
Antes de nombrarte todo lo que trae el K3, recordá que tenés fichas técnicas, equipamientos y precios al día en Catálogo de Autocosmos, acá vamos a nombrar lo más destacado de la unidad probada.
Entre lo más interesante está el acceso y encendido “sin llaves”, el techo de cristal corredizo, climatizador de dos vías, y control de crucero convencional.
Más destacable es la seguridad, con 5 estrellas otorgadas en las pruebas de LatinNCAP, incluyendo 6 airbags, buena estructura, y una dotación de ADAS completa (menos el crucero adaptativo) que como en todo Kia funcionan perfecto y sin molestar al conductor, excepto el aviso de punto ciego que chilla por todo, incluido lo que ves claramente en los espejos.
Respecto de las pantallas, en realidad el tablero es más un display digital, pero con buena información, y el equipo multimedia es de buenas dimensiones, fácil de usar, sin navegador propio pero con Android y Carplay inalámbricos. El estéreo suena muy bien, pero no me termina de convencer el sistema de controles duales que, si bien son físicos, requieren de un “botón” táctil para cambiar entre audio y climatizador, lo que requiere ver que estás haciendo en lugar de usarse por pura intuición.
Las plazas traseras en el K3 Sedán
Normalmente, los sedanes tienen más espacio para las piernas que los Hatch de los que derivan, porque las marcas les dan mayor distancia entre ejes (ejemplo Polo-Virtus), pero también tienen menos espacio para las cabezas debido a la caída del techo.
Nada de lo anterior pasa en el K3 Sedán Vs el Cross y esto se debe a que conserva la misma distancia entre los ejes, y que, aparentemente, el techo es alto pese al ángulo de descenso hacia el baúl. La mejor prueba del espacio es que Juani (Juan Ignacio Gaona) entró cómodo con su 1,85 metro (podés verlo en nuestro test tanto en YT como en IG, TikTok y Facebook).
Las amenidades en las plazas posteriores incluyen doble salda de aire direccional y dos puertos USB C, y algo de cuero y tela en las contrapuertas.
Comportamiento dinámico en el Kia K3 Sedán
Acá, salvo por el largo, no hay grandes cambios respecto del cinco puertas incluyendo la misma posición de manejo con todas las regulaciones (manuales) necesarias y la visibilidad propia de un auto moderno con pilares anchos y cintura alta que tapan mucho panorama.
Al frente del sedán está el mismo motor que en el Cross, el conocido 1.6L de 121 CV y 157 Nm asociado a caja automática de sexta. Ciertamente no es muy potente, y sobre todo tiene poco torque y muy arriba, pero el Gamma satisface a los tradicionalistas y a los que buscan confiabilidad, con cuatro cilindros y cadena de distribución.
Apretás el botón, el cuatro cilindros se enciende sin vibrar, ponés D en la palanca convencional y el K3 se mueve con soltura. La dirección y el tacto de frenos son correctos, y las suspensiones confortablemente firmes, con la típica aspereza del tope de gama, donde la belleza de la llanta grande se paga con la firmeza del perfil medio-bajo del neumático. Sobre esto, no toca abajo ni en moderadores, ni en cunetas.
En ruta el K3 Sedán viaja a 120 km/h reales (122 de velocímetro) con 2.200 rpm, pero con una sutil rumorosidad, que no pude descubrir de donde venía. La estabilidad es buena, dobla bien, y el mayor problema del bajo torque, cuyo pico llega a altas rpm, es que cuando pisás fuerte el acelerador, la caja tiene que rebajar y se pone más ruidoso de lo deseable. Para graficar un sobrepaso en ruta van las mediciones.
Recuperacion 80-120 km/h Kia K3 Sedán
- En D: 7,9 segundos
- En 3º: 7,2 segundos
Las cifras no son malas, al menos yendo uno solo en el auto, veamos cuánto combustible pide a cambio de llevarnos y traernos.
Consumos Kia K3 Sedán
- Urbano: 10,6 L/100 km
- A 120 km/h: 6,9 L/100 km
- Tanque: 50 L
Como era de esperar, debido al mayor peso, el sedán consume marginalmente más que le Cross en ciudad, y debido al mejor rendimiento aerodinámico de la silueta gasta un pelín menos en ruta.
Conclusiones del Test al Kia K3 Sedán
Como siempre, no te voy a decir si tenés que comprarlo o no, eso lo decidís vos según tus preferencias, lo que te puedo comentar es que se trata de un buen auto, de manejo poco emocional, pero con buen promedio entre confort y consumo. Debido al poco torque no es el mejor para sobrepasos en ruta, pero es buena herramienta para viajes en autovías.
Respecto del formato, si necesitás un baúl grande está muy bien, y si te gustan los sedanes, es una de las pocas opciones que hay, y desde mi punto de vista, es buena.
Test Kia K3 Sedán