La Fórmula 1 entra en su recta final y el Gran Premio de Qatar vuelve a aparecer como ese examen implacable que no deja lugar para dudas ni excusas. Franco Colapinto aterriza en Doha con el desgaste de Las Vegas a cuestas, pero también con la sensación -compartida dentro de Alpine– de que el aprendizaje sigue valiendo más que los puntos perdidos. El escenario no podría ser más exigente: calor, curvas medias y rápidas que trituran neumáticos y un Sprint que obliga a estar fino desde la primera vuelta. Lusail no perdona. Y Colapinto lo sabe.
Este circuito nació como templo de MotoGP, pero la F.1 lo adoptó porque ofrece algo que en el calendario empieza a escasear: vértigo sostenido. Salvo la curva 6 y la frenada de la 1, todo es un festival de apoyo aerodinámico.
Los datos del equipo lo confirman: más del 65% del tiempo de vuelta se hace a fondo, las cargas laterales machacan los neumáticos y Pirelli limitó el uso de cada set a 25 vueltas, una decisión que desnuda hasta qué punto el circuito castiga a todas las gomas.
Para Alpine, que todavía trabaja para estabilizar la ventana operativa del A525, no será un fin de semana de soluciones mágicas. Será un fin de semana de precisión.
LO QUE DEJÓ LAS VEGAS

Colapinto llega a este compromiso tras una carrera que dejó marcas. La temperatura helada del desierto de Nevada, la lluvia intermitente, el caos del sábado y el golpe que sufrió su auto en la largada de la carrera fueron un menú que el argentino ya pagó suficientemente caro.
“El fin de semana en Las Vegas fue complicado de mi lado del garaje. Las condiciones fueron difíciles, con temperaturas bajas y lluvia en algunas sesiones. La clasificación fue especialmente compleja, pero aun así logramos pasar a Q2 en lluvia, con muy poco agarre”, explicó Colapinto.
“Mi carrera del sábado quedó comprometida cuando sufrimos daños en la parte trasera del auto en el caos de la curva 1 y fue difícil recuperarse. Aun así, hubo mucho para aprender. Vamos a analizar lo que pasó antes de Qatar para aprovechar las últimas dos fechas”, agregó.
Respecto al compromiso en Lusail, el argentino también fue claro: “Las condiciones en Qatar serán muy diferentes, especialmente porque también es un circuito de alta velocidad. Además, es el último Sprint del año, así que es importante tener un buen primer entrenamiento y estar listos desde el comienzo. Estamos preparados para darlo todo en la penúltima ronda de la temporada”.
La declaración resume el estado del piloto y del equipo: no hay frustración, pero sí urgencia. Alpine necesita terminar el año con señales claras de progreso y Qatar es uno de esos fines de semana donde una pequeña mejora puede cambiar todo.
LO QUE NECESITA ALPINE EN QATAR

Foto: Prensa Alpine/Clive Mason/Getty Images.
Lusail es un trazado que castiga a los autos inestables. La combinación de curvas largas y velocidad sostenida obliga a tener un auto bien plantado adelante y que no sobrecaliente los neumáticos traseros.
El A525 mostró altibajos en ese aspecto a lo largo de la temporada. Funciona bien en vueltas rápidas, pero pierde consistencia en stint largos, especialmente con temperaturas altas. Ese es uno de los desafíos más serios que enfrentará Colapinto. Además, el formato Sprint aprieta el margen de maniobra con toda la actividad.
Si el auto acompaña mínimamente, Qatar puede ser un circuito favorable para el estilo de Colapinto: rápido, fluido y con secuencias donde la confianza hace diferencia. Pero lo más importante es algo que no figura en la tabla: terminar el año mostrando evolución, algo fundamental de cara a su 2026 junto a Alpine.
LOS HORARIOS DEL GRAN PREMIO DE QATAR
| DÍA | ACTIVIDAD | HORA ARGENTINA |
| 28/11 | Práctica Libre 1 | 10.30 a 11.30 |
| 28/11 | Clasificación Sprint | 14.30 a 15.14 |
| 29/11 | Sprint | 11.00 a 12.00 |
| 29/11 | Clasificación | 15.00 a 16.00 |
| 30/11 | Carrera | 13.00 |
Fuente: Automundo