Llegó el día que muchas automotrices estaban esperando. La Comisión Europea confirmó esta semana la eliminación de la ley que prohibía la comercialización de vehículos con motores de combustión interna en Europa a partir de 2035.
Desde que se promulgó esta cuestionada ley en 2022, varios países, principalmente Alemania e Italia (dos de los grandes fabricantes automotrices), levantaron la voz en contra argumentando que era inviable electrificar por completo sus gamas en tan poco tiempo, además de las enormes inversiones que deberían realizarse.

Bajo los cambios que se realizaron ahora, la ley exigirá que las emisiones contaminantes de un motor de combustión interna sean apenas 10% de las permitidas en el año 2021. Además, los fabricantes tendrán que comprar acero automotriz de bajo carbono, producido en Europa, y utilizando combustibles sintéticos o renovables.
La industria automotriz europea está sufriendo actualmente una dura crisis con la llegada de vehículos electrificados de China, con menores costos, lo que ha mermado en sus ventas. Gran parte del plan de recuperación pasa por el uso de plataformas híbridas, que requieren baterías menos sofisticadas, tienen una autonomía más grande que los EV y menores costos de producción. Además, es la única forma de cumplir con el estricto 10% de emisiones.

El interés general del consumidor por los autos eléctricos sigue a la baja. Reuters presentó un cuadro con los porcentajes de ventas de modelos EV en Europa entre enero y julio de este año, donde países como España o Italia, tienen números por debajo de 10%, Alemania y Francia apenas llegan a 18%, la zona de los Balcanes está en un 5% o menos, e incluso en Reino Unido es apenas el 20% de las ventas.
Estos cambios todavía tienen que ser aprobados por el Parlamento Europeo y los gobiernos que confirman la Unión Europea, pero no se ve que vaya a haber mucha oposición para que se ratifiquen.