Este año se conmemoran cuatro décadas desde que Mitsubishi se coronó en Rally París-Dakar en 1985 (hoy llamado Dakar a secas) con un Montero, consiguiendo la primera de doce victorias, gracias a una de las estrellas de los primeros Dakar, Patrick Zaniroli, acompañado por Jean da Silva.
Algunos datos para refrescar la memoria
- Aquel Dakar tuvo una extensión de 10.200 kilómetros,
- 7.450 kilómetros eran tramos cronometrados
- pasó por: Argelia, Nígeria, Malí, Mauritania y Senegal.
Mitsubishi trabajó arduamente en aquellos años sobre los Montero, para ello tomaron la versión corta de tres puertas, conservando el chasis, pero adelantando el eje delanteropara que el motor quedara más atrás. La suspensión trasera de eje rígido fue reemplazada por una de tres brazos, mientras que los paneles de la carrocería eran de Kerlar.
El Montero del París-Dakar estaba movido por un 2.6 Turbo de cuatro cilindros que entregaba 225 CV. La pontencia era gestionada hacia las cuatro ruedas por una transmisión manual de cinco velocidades. El tanque de combustible admitía 320 litros.
Luego del Rally, el vehículo fue enviado por Mitsubishi a su centro de I&D en Okazaki, Japón, donde permaneció intacto por años acumulando polvo, hasta que este año, un grupo de ingenieros de la firma japonesa, tomaron la delicada de volverlo a la vida.
Para lograr la restauración se desmontó al bólido hasta el último tornillo, revisando el desgaste de cada pieza, y cambiando solo lo necesario para conservarlo lo más original que fuese posible. Los asientos, la carrocería, el chasis y tel ablero se mantuvieron tal cual estaban hace cuarenta años. Un detalle peculiar, es que Mitsubishi no retocó las abolladuras ni los rayones, para que mantuviera las marcas de aquel Dakar ochentero.
Mitsubishi restaura el Montero que ganó el Dakar de 1985
