Las pick-ups ya no son meros vehículos de trabajo, sus capacidades para cargar, soportar castigos y traccionar en terrenos difíciles las convirerten en aliados para los amantes del offroad y de los deportes extremos. Para ellos Volkswagen presenta en el Salón de Ginebra esta versión conceptual pensada para quienes hacen rafting.
Puntualmente la Amarok Canyon es 85 mm más alta que la versión convencional, 40 mm están en el kit especial para la suspensión y el resto en las enormes cubiertas AT en medida 275/65 calzadas en llantas de 18 pulgadas. El espacio necesario para las ruedas es cortesía de los guardabarros ensanchados en 35 mm.
Además de los cambios en la carrocería forzados por la mecánica, estéticamente se luce la barra en el techo con luces auxiliares y pintura naranja rabioso en contraste con el tratamiento oscuro de los protectores inferiores, llantas, paragolpes, luces y jaula antivuelco. El remate son dos kayaks de fibra de carbono que se ajustan a esta Amarok mediante sujeciones especialmente realizadas en la caja de carga.
Toda esta capacidad de sobrepasar obstáculos para llegar a los difíciles rápidos donde realizar rafting tiene como respaldo la misma mecánica que utilizará la versión automática de la pick-up, el conocido 2.0 TDi bi-turbo llevado a 180 CV y 400 Nm de torque, tracción integral 4MOTION, reductora y diferencial trasero autoblocante.