Para muchos conductores, lavar el auto es algo parecido a un ritual, un gusto de los domingos; pero para muchos otros, simplemente es una molestia. Ni hablar de los rayones, ya que los del primer grupo seguramente desarrollan una percepción capaz de descubrir la más mínima alteración en la pintura.
Los investigadores que están trabajando con nanopartículas tienen una buena noticia para ambos, ya que se ha dado un paso más en la creación de una pintura autolimpiante y autorreparable.
Esta pintura cuenta con una disposición de nanopartículas en forma de tallo que actúan como la piel humana. Al dañarse la capa superficial, dichas partículas liberan con la ayuda del sol sustancias químicas capaces de reparar los daños causados. A su vez, gracias a su complexión, evitan que la suciedad se adhiera, permitiendo una total limpieza con una lluvia ligera.
En un principio, las pinturas con estas capacidades contaban con el inconveniente de ser útiles en una sola oportunidad, además de ser poco tolerantes a los climas fríos. Nissan ya aplicó parte de esta tecnología en sus vehículos y la aplicó también en el mundo de los móviles con una carcasa autorreparable.
Ahora, gracias a este adelanto, ya es posible pensar en una aplicación global a corto plazo no sólo en el mundo automotriz, sino en varios ámbitos, desde recubrimientos para exteriores de edificios hasta pinturas para el mundo aeronáutico, donde suciedades adheridas al fuselaje significan una mayor resistencia al aire y un consecuente aumento en el consumo del combustible.