El mundo automotriz siempre ha sido muy competitivo, cada marca de autos, combustibles o afines lucha por tener el mejor producto para sus clientes. La eficiencia no podía quedar de lado, por eso, esta anécdota de la empresa anglo-holandesa, nos puede dar una idea de lo que hoy en día se le puede hacer a un vehículo. Ellos dieron el salto de calidad en 1939 con una apuesta entre dos de sus ingenieros para ver quién podía recorrer más millas con un galón de nafta. El registro del ganador fue de 49.39 millas en un Plymouth 1933.
De ahí en adelante, ha sido un mundo de aprendizaje, práctica, prueba y error, pero al final hay grandes logros que pueden estar rodando tranquilamente por las rutas de todo el mundo. En general fue una revolución que sigue dando frutos. Para que la lluvia de ideas no pare, sino que se incremene, la Eco-marathon abrió un espacio vital para los jóvenes, puesto que con sus creaciones han llegado los autos con funcionamiento de luz solar y recientemente prototipos de autos eléctricos – el motor eléctrico cumple 150 años desde su creación y cuenta con un formidable 98 por ciento de eficiencia.
Otros aspectos que se pueden considerar para aprovechar al máximo las bondades de cada vehículo son la aerodinámica para cortar el viento, las cubiertas con un poder increíble para “pegar” literalmente el auto al asfalto y sacarle toda su velocidad.
Como dato sobresaliente, cabe anotar que en el Eco-Marathon se consumió un total de cinco galones (1 galón = 3,7854118 litros) entre todos los vehículos que participaron, misma cifra que se calculó sobre un par de autos de policía que estuvieron cubriendo el evento, pero estos lo hicieron en tres días. En 2013, la competencia se llevó a cabo en Houston, Texas y esperan su turno Rotterdam y Kuala Lumpur.
El Shell Eco-marathon es una muestra más de cómo con poco, pero de manera eficaz, se pueden dar pasos de gigante en el mundo automotriz.