Cuando se presentaron los nuevos Hilux y SW4, eran tan avanzados y modernos para sus segmentos que parecían abrazar la perfección. Sin embargo, ya pasaron muchos años y queda claro que uno de sus puntos más “industriales” sigue siendo el motor Turbo Diesel.
Teniendo en cuenta que siguen siendo símbolos de status, Toyota tomó una decisión sabia, ofrecer la SW4 con motor nafta. Se trata del 2.7L que hasta ahora se monta en Argentina, pero hasta hace poco solo se dedicaba a mercados de exportación como el mexicano.
Técnica y seguridad
Aquí no vamos a encontrar novedades desde el punto de vista de chasis y suspensiones, simplemente cambia el 3.0L TDi de 171 CV por un cuatro cilindros 16V de 2.7L y 160 caballos. Hasta aquí no parece haber una gran diferencia, solo que el primero tiene 343 Nm desde 1.400 rpm, mientras que el segundo 241 Nm a 3.800 giros.
La SW4 nafta además parece tener un enfoque más rutero/urbano ya que cuenta solo con tracción trasera y no ofrece control de tracción. La caja automática, por su parte, es de 4 cambios.
La seguridad contempla airbags frontales, de cortina y laterales, y ABS, aunque llama la atención que el cinturón central de la segunda fila sea solo ventral y que no posea Control de Estabilidad.
Diseño e Interior
Ya hemos hablado suficiente de ambos aspectos en las pruebas que realizamos a las Hilux y SW4 desde su última actualización. Te recomendamos que para más detalles visites esas notas y el Catálogo de 0km de Autocosmos. Solo aclaramos que la variante de 7 asientos aquí probada no cuenta con la misma dotación que su par SRV diésel como control de velocidad crucero y cámara de retroceso, pero conserva ítems como la pantalla táctil con interface para USB y Bluetooth.
Comportamiento dinámico
Alcanza con encender el motor de la SW4 nafta para sentir la diferencia con su hermana TD, aquí no está ni el traqueteo ni el marcado ruido Diesel, solo un suave ronquido. De lo que no nos liberamos es del clásico ruido del convertidor de par, aunque la caja trabaja bien, y en ciudad nos hace olvidar que solo posee 4 marchas, demostrando también que el motor es lo suficientemente elástico.
El peor consumo urbano que registramos fue de 5.3 km/L, sin estar en tránsito completamente detenido ni aplicar hachazos sobre el acelerador. En ruta viaja a 120 km/h (130 km/h en el velocímetro) con 3.000 rpm, con una rumorosidad en la cabina muy baja y una sed aceptable para un vehículo de este porte.
Después de un rato largo de dejar el acelerador soldado al piso, se lograron pasar los 180 km/h (172 en el GPS), que nos parecieron mucho más que suficientes para un vehículo de este tipo. Aunque en recta viajó con perfecta estabilidad, con pisar el freno fuerte a 130 km/h comprobamos la trasferencia de masa hacia el frente, agachando bien la trompa y llamando al ABS precozmente, lo cual indica que no hay que abusar con todoterrenos de este peso y altura.
Conclusiones
Es difícil evaluar a la nueva SW4 nafta. Por un lado es muy bienvenido el refinamiento que suma el 2.7L que la libera del traqueteo y rumorosidad excesivas de su par diésel. Por el otro, el consumo se dispara, especialmente con una caja automática de 4 velocidades.
El punto más llamativo es que cuente solo con tracción trasera ya que no se trata de un SUV enfocado al asfalto sino de un auténtico todoterreno diseñado para hacer frente a obstáculos de gran magnitud. Sin embargo, el SW4 sigue siendo un vehículo de status y mucho van a querer verlo reforzado con la serenidad extra que aporta la mecánica naftera.