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Test drive

Toyota SW4 a prueba

Manejamos uno de los últimos todoterreno auténticos del mercado argentino.

Toyota SW4 a prueba

Toyota tiene una particularidad en su gama, por un lado fue prácticamente el inventor del SUV moderno con la RAV4, por el otro la mayor parte de sus 4x4 son auténticos todoterreno.

En el apartado técnico veremos la diferencia entre un tipo y otro de modelos, pero solo digamos que los Land Cruiser y la SW4 se apuntan en el segundo rubro, aunque todos luzcan como vehículos lujosos.

 

Técnica

La gran diferencia entre un SUV y un Todoterreno está en sus capacidades off-road, algo que se puede intuir en el planteo mecánico. La primera gran discrepancia está en la presencia de reductora o Baja, como la que posee la SW4. Después está la construcción, los soft-road suelen tener estructuras autoportantes como los autos, los off-road, chasis y carrocería independientes, como en la SW4.

En el apartado de suspensiones, los todoterreno aún conservan el eje posterior sólido, en el caso de la SW4 unido a 5 brazos y con resortes helicoidales. La potencia llega del conocido 3.0L  turbo diésel que, en su última actualización, entrega 171 CV y 343 Nm entre 1.400 y 3.400 rpm. La fuerza se descarga a las cuatro ruedas por un sistema de reparto inteligente, con posibilidad de bloqueo salomónico entre ejes. En este caso, la transmisión es automática de sólo 4 relaciones, como en su hermana de plataforma, la Hilux.

 

Diseño e interior

La última renovación de la SW4 aportó más elegancia de la mano de gruesos cromados como los que se aprecian en la parrilla. El resto luce casi inalterado, con línea de cintura muy elevada que refuerza el aspecto de vehículo alto y robusto.

En términos generales, la cabina se mantiene igual, aunque cambian los decorados como el aplique símil madera oscura de la consola central, mismo lugar donde aparece la misma pantalla táctil vista en la Hilux. Ésta además, sirve para proyectar la cámara de reversa, muy bienvenida en maniobras de estacionamiento.

Los asientos son cómodos y hay tres filas para 7 ocupantes. La segunda se puede reclinar y la tercera está destinada solo a niños por espacio y dificultad de acceso. El modo de plegado de los dos últimos asientos es extraño, hacia los laterales, robando espacio de carga. Se agradece que todas las plazas tengan guardaobjetos y haya salidas de aire independientes en el techo.

 

Dinámica

La pertenencia al mundo de los verdaderos off-road se siente apenas encendamos el motor. Los que esperan un SUV urbano se asombrarán por la rumorosidad y también por la calidad de marcha que introduce vibraciones en la cabina cuando se pasan pequeñas imperfecciones.

Producidas por la combinación de neumáticos con perfil grande y carrocería independiente, esas molestias tienen como contracara una capacidad para pasar sobre inmensos cráteres casi sin sentirlos, a tal punto que al poco tiempo creemos que estamos sobre un tanque de guerra que no podrá ser detenido por ningún accidente topográfico.

Justamente, es en el terreno áspero donde la SW4 brilla. En las pruebas buscamos molestarla desconectando los controles de tracción y estabilidad, pero estos vuelven a actuar apenas notan que las cosas se ponen resbaladizas. Sin embargo, al colocar la Baja quedamos solos ante la mecánica y es ahí donde podemos dar rienda suelta a un feliz juego de derrapes, controlados solo por el volante y el pie derecho.

En ruta viaja a 125 km/h (120 km/h reales) con 2.225 rpm, mientras que la computadora indica un consumo promedio de 9 km/L. El relax es alto y la estabilidad muy buena, todo controlado desde el ancho y alto asiento, solo hay que recordar la altura y peso del vehículo antes de hacer algún volantazo brusco, acción minimizada por una dirección muy desmultiplicada.

En curvas dobla mejor de lo esperado para un vehículo alto, obviamente que los neumáticos delanteros van a chillar antes que en un SUV y nos informan que hay que soltar el acelerador antes de que la trompa comience a seguir de largo, ayudándonos a mantenernos dentro de parámetros seguros.

 

Conclusiones

Quienes busquen una 4x4 lujosa tendrán en la SW4 un vehículo que emana status, sin embargo no es justamente un auto refinado, sino un auténtico todoterreno con vestimenta elegante. Esto se aprecia en un andar menos pulido que en un SUV moderno, pero también en su alta solidez y capacidad off-road. Además tiene tres filas de asientos y algunas amenities interesantes como la pantalla táctil con cámara de retroceso.

Para los que ya son usuarios de la SW4, un detalle no menor, que puede llevarlos a repetir la elección, es que Toyota cambió el anterior tanque de combustible de 65L por uno de 80 litros aumentando poderosamente su autonomía, uno de los talones de Aquiles del SW4, solucionado en su última renovación.

Toyota SW4 al volante de Autocosmos

Hernando Calaza. Fotos: Ezequiel Las Heras recomienda