Mendoza. Citroën convocó a la prensa especializada de toda América Latina para presentar a su nuevo sedán mediano producido en Argentina, el C4 Lounge. Ya te contamos todos los detalles de la presentación en vivo vía Twitter (@autocosmos_ar) y podés ver la gama entera con sus equipamientos y fichas técnicas en el Catálogo de 0km de Autocosmos, ahora llega la hora de ver cómo funciona todo en el mundo real.
Partimos temprano a bordo de una unidad Exclusive 1.6 HDi y lo primero que podemos destacar es el trabajo que realizó la marca para contener todo tipo de ruido, al punto que tardamos tiempo en darnos cuenta que se trataba de un Diesel. En esto colabora el parabrisas laminado, las soldaduras laser que sellan cualquier rendija y el uso extensivo de material fono aislante.
Saliendo de la ciudad de Mendoza rumbo a las bodegas Séptima y Salentein, pudimos apreciar la calidad de la cabina, la cual necesita ajustes en los encastres con luces algo marcadas, pero está realizada con plásticos de altísimo nivel, especialmente al tacto donde la mayoría del tablero es suave y “esponjado”. En cuanto al diseño de la plancha, se destaca el estilo mellizo con el DS4 (con quién comparte plataforma), el volante de aro grande que abandona el centro fijo y el cuadro de instrumentos que ofrece tres relojes al estilo del hermano aspiracional.
El velocímetro central tiene en su corazón una pantalla multifunción que muestra a nuestro gusto computadora, indicaciones del GPS, velocidad y otras informaciones. Corona la posibilidad de cambiar el color y tono de la iluminación de azul a blanco, algo muy útil ya que en el primero costaba leer la velocidad con el sol de media mañana.
Como casi todo turbodiésel moderno, el 1.6L tiene poca garra por debajo de los 1.500 giros, pero después de eso empuja con la gran fuerza de sus 240 Nm de torque (como un 2.5L nafta aprox.), tanto en ciudad como en sobrepasos ruteros. Además de ciudad y ruta en mal y buen estado, debido a un GPS algo excéntrico también circulamos por caminos de tierra. En todo momento, más allá de un leve golpeteo de los neumáticos con perfil medio-bajo muy inflados, apreciamos el trabajo de las suspensiones, muy redondo y casi libre de toda aspereza. En velocidad no es típicamente deportivo, pero demostró muy buena estabilidad a altas velocidades, siendo solo turbado por el paso de algún camión.
No nos pusimos a probar todos los gadgets del nuevo C4 Lounge, como el aviso de punto ciego del retrovisor, pero el GPS funcionó bien, el estéreo sonó claro y alto, y el resto de los comandos parecen bien posicionados y con el “peso” correcto para palancas y botones. La dirección crece en firmeza con la velocidad, el pedal de freno y la palanca de cambios están bien calibrados y sobre todo, sorprendió la gran insonorización a cualquier velocidad, lo cual nos lleva a su nuevo nombre y lo que representa.
Citroën utiliza el término Lounge para hacer referencia a un espacio interior confortable y espacioso como un living. Además comprobar la comodidad de los asientos delanteros en cuero y la correcta posición de manejo con regulaciones de altura y profundidad de volante, también viajamos unos kilómetros en el asiento de atrás -mientras conducía Cocho López- aprovechando el buen espacio para piernas, hombros y cabezas de dos adultos de 1.75 metros de altura.
Si bien faltaría probarlo en un uso urbano y rutero más intenso, podemos decir que el nuevo C4 Lounge hace honor a su nombre, con un comportamiento enfocado hacia el confort que prestó atención al compromiso con la estabilidad. En breve esperamos tener una unidad para nosotros solos y así poder confirmar todo lo que hoy anunció el nuevo sedán mediano que Citroën produce en Argentina.
Nuevo Citroën C4 Lounge con "Pampita"